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jueves, 8 de diciembre de 2016

¿ES DONALD TRUMP REALMENTE SÓLO UN SHOWMAN QUE PREPARARÁ A LOS ESTADOS UNIDOS PARA LA GUERRA?

por The Saker, en The Saker, escrita para The Uz Review, traducción de Leonardo Del Grosso, publicado en Comunidad Saker Latinoamérica

 


Permítanme comenzar diciendo enseguida que tengo el mayor de los respetos por F. William Engdahl y que lo considero una persona mucho más conocedora de la política estadounidense que yo. Además, quiero dejar claro que no voy a refutar un solo argumento que Engdahl hace en apoyo de su tesis simplemente porque creo que sus argumentos están basados en hechos y son lógicos. Insto a todos a leer el artículo de Engdahl “la peligrosa decepción llamada La Presidencia Trump” en Nueva Perspectiva Oriental y considerar cuidadosamente cada uno de sus argumentos. Por supuesto, Engdahl sólo ofrece evidencia indirecta, circunstancial, y sólo el tiempo realmente mostrará si está bien o mal. Lo que me propongo hacer hoy es considerar la otra posibilidad, que a pesar de todas las pruebas presentadas por Engdahl, Trump podría no ser un fraude y un showman. Verá que esta conclusión no es necesariamente más optimista que la de Engdahl.
Mi argumento principal es mucho más primitivo que el de Engdahl y aún más circunstancial: veo signos claros de una lucha real que tiene lugar dentro de las élites de los Estados Unidos y si, de hecho, tal lucha está teniendo lugar, concluyo que Trump no es un Showman que ha sido “seleccionado” (para usar las palabras de Engdahl) por las élites de los Estados Unidos sino que, al contrario, su elección es una pesadilla para estas élites.
Mi argumento subsidiario es que incluso si Engdahl tiene razón y si Trump es un showman, el truco de las élites estadounidenses para salvar al Imperio y prepararse para la guerra fracasará.
Vamos a tomarlos uno por uno:

La realidad de la lucha dentro de las élites estadounidenses
Francamente no creo que el “estado profundo” imperial haya sido tan tortuoso y sofisticado como para ordenar a los principales medios de comunicación organizar una campaña de odio de un año contra Trump porque el “estado profundo” ha calculado que sólo una demonización de Trump lo haría popular y sería elegido. ¿Por qué? Simplemente no creo que la máquina de propaganda estadounidense sea tan flexible. Mira a monstruos como Rachel Maddows o Martha Raddatz y se puede decir que son reales en el sentido de que nunca fueron contratados como loros de una línea política específica sino que fueron contratados porque son la encarnación viva de una línea política específica. Y eso corre para el 90% de los medios anti-Trump. Sí, tal vez algunos sean presstitutos cínicos, pero la mayoría provienen de lo que yo llamaría la “tribu de diversas minorías” que visceralmente odia todo lo que Trump representa. Su odio es sincero, es puro, proviene de su verdadera identidad.
De la misma manera, cuando observo la adulación al unísono ante Hillary en los medios de comunicación principales cuidadosamente alimentados sólo puedo concluir que este es el resultado lógico de décadas de lavado de cerebro por la máquina de propaganda liberal. Esta máquina fue construida alrededor de odiar a los estadounidenses “comunes”, los “deplorables” en el lenguaje de Hillary, y esta máquina no podía hacer otra cosa que adorarla las 24 horas de los 7 días de la semana.
Por lo tanto, estoy convencido de que Donald Trump fue elegido a pesar de, y no gracias a, el “patriarcado de viejos sin amor como David Rockefeller o George Herbert Walker Bush”. Además, cuando veo los esfuerzos desesperados de Soros & Co para organizar una especie de “revolución de color” contra Trump bajo el lema “no mi presidente” y los esfuerzos de Soros & Co. para, aún más, que Jill Stein obtenga un recuento sólo en los estados donde ganó Trump, llego a la conclusión clara de que los neoconservadores todavía no han aceptado su derrota y que todavía están tratando de impedir que Trump ocupe la Casa Blanca. En contraste, Engdahl escribe que “no debemos imaginar por un segundo que el patriarcado -esos viejos sin amor, como David Rockefeller o George Herbert Walker Bush u otros sin nombre- estaba tan abrumado por el genio político del candidato Trump emergiendo de cada escándalo más poderoso que antes, que fue sorprendido, y sólo gimió y dejó que suceda. La Presidencia Trump ha sido planeada minuciosamente por ellos y sus think tanks”.
No sé ustedes, pero yo no tengo la sensación de que lo que está ocurriendo hoy es el resultado de algo cuidadosamente planeado. Estoy totalmente de acuerdo en que el estado profundo de los Estados Unnidos no solamente “gime y deja que suceda”. ¡Pero más bien que dejar que suceda, veo al estado profundo de los Estados Unidos luchar contra Trump con todo lo que tiene! No creo que la histeria post-electoral anti-Trump haya sido planeada por Rockefeller o Bush en absoluto. Lo que veo es que los neoconservadores usan cada pieza de la “munición” que tienen para tratar de oponerse y sabotear una presidencia de Trump.
Engdahl también trae algunos argumentos muy fuertes contra la nominación del general Mike Flynn, que no sólo es conocido por su retórica anti-islámica bastante cruda, sino que incluso fue coautor de un libro con el notorio neocon Michael Ledeen. Que un hombre como Flynn no pudiera encontrar mejor coautor que Ledeen debería activar alarmas de “alerta roja” en la mente de todos los que comprenden lo que constituye y representa Ledeen. Y Flynn es definitivamente una de las mejores personas alrededor de Trump.
De hecho, una mirada más cercana a la gente en torno de Trump revela a un montón de neoconservadores, israelíes y judaicos y todos en posiciones clave. Hay un claro olor a Likudnik para muchas de las personas con las que Trump se ha rodeado. Pero ese argumento también podría ser revertido -si efectivamente Trump está “rodeado de manera segura” por dobleplusbienpensantes sionistas- ¿por qué su gran pánico? ¿Podría ser que estos sionistas dobleplusbienpensantes están algo bastante concernidos acerca de lo que Trump podría hacer como presidente una vez que haya asumido plenamente?
Por último, pero no menos importante: no sólo se ha utilizado a Jill Stein para desencadenar un recuento en algunos estados, sino que ahora hay rumores de que algunos electores están siendo presionados para no dar su voto a Trump, como dice la ley. Que sean verdaderos o no, este tipo de rumores indican claramente que los neoconservadores están dispuestos a hacer cualquier cosa y todo para evitar que Trump llegue a la Casa Blanca o, si eso es imposible, debilitarlo al máximo, incluso si eso pone a todo el país en riesgo.
¿Por qué digo eso?
Debido a que los eventos tienen una manera de salir de control que hace que el tipo de imprudente redoble en la que los neocons están actualmente involucrados sea extremadamente peligroso. Por supuesto, actualmente nadie espera que el Colegio Electoral se niegue a nombrar a Trump. Pero lo inesperado parece estar pasando mucho estos días. Entonces, ¿qué pasa si algo así sucede? ¿O qué pasa si algunos estados aceptan la victoria de Trump, pero otros no? ¿Qué pasa si el lema de “no mi Presidente” realmente se vuelve viral e infecta las mentes de muchas más personas que ahora mismo? O peor aún, ¿qué pasa si esta retórica absolutamente irresponsable termina en violencia con los manifestantes o con Trump mismo siendo fusilado? Sabemos que el mismo estado profundo de Estados Unidos que organizó y ejecutó el 11-S también usó francotiradores en Vilna en 1991, en Moscú en 1991 y 1993 y en Kiev en 2014 para provocar una insurrección. También hay informes de que tales francotiradores fueron utilizados en Libia, Egipto y Siria. ¿Hay aquí alguna razón lógica para pensar que esta vez en torno del estado profundo no se usarían esos francotiradores dentro de los Estados Unidos?
Si bien es posible que la situación actual haya sido desencadenada por el estado profundo de Estados Unidos, es igualmente posible que el estado profundo de EE.UU. esté perdiendo el control de la situación que ahora podría estar desarrollando un momentum propio. ¿Podría el estado profundo de los EE.UU. tomar un riesgo real tan sólo con el fin de poner “Trump el showman” en la Casa Blanca?

El plan
Según Engdahl, Donald Trump fue puesto en el gobierno para “preparar a Estados Unidos para la guerra, una guerra que los bancos de Wall Street y el complejo industrial militar de los Estados Unidos no están actualmente en una posición económica o industrial o geopolíticamente como para ganar. Su trabajo consistirá en reposicionar a los Estados Unidos para que puedan revertir la tendencia a la desintegración de la hegemonía global estadounidense, a fin de ‘reconstruir las defensas de los Estados Unidos’, como dijo el de Dick Cheney, el Paul Wolfowitz del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano en su informe de Septiembre de 2000. Para hacer esa preparación, una estrategia de engaño que debilitará fatalmente el desarrollo de profundos lazos entre Rusia y China será la prioridad. Ya ha comenzado. Tenemos una llamada telefónica amistosa de The Donald a Vladimir el Temible en Moscú. Los medios rusos están eufóricos ante una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia después de Obama. Entonces de repente escuchamos al guerrerista jefe de la OTAN, Stoltenberg, que repentinamente ronroneó palabras tranquilizadoras a Rusia. Flotar la idea de que el congresista de California y conocido de Putin, Dana Rohrabacher, es filtrado como un posible Secretario de Estado. Es el clásico balance de poder geopolítico de Kissinger -aparentar aliarse con el más débil de dos enemigos mortales, Rusia, para aislar al más fuerte, China. Presumiblemente Vladimir Putin no es tan ingenuo o estúpido como para caer en él, pero esa es la trama de los manipuladores de Trump”.
Si ese es el plan, entonces estoy totalmente de acuerdo con Engdahl -Putin no es tan ingenuo o estúpido como para caer en él. De hecho, tal posibilidad ha sido discutida muchas veces por expertos rusos en varias exposiciones rusas y todos están de acuerdo en que, si bien Rusia definitivamente suavizará sus críticas a Estados Unidos si Trump parece estar interesado en colaborar con Rusia, no hay ninguna posibilidad en el infierno que Moscú deje que los estadounidenses, en cualquier forma, debiliten o de otro modo afecten a la relación estratégica no oficial, pero muy fuerte, entre Rusia y China. Por otra parte, los EE.UU. no tienen nada muy interesante para ofrecer a los rusos de todos modos. ¿Por qué los rusos gastarían algún capital en un imperio claramente agonizante cuando tienen una alianza extremadamente beneficiosa con una superpotencia ascendente? ¿Alguien en Washington DC piensa realmente que dos décadas de rabiosa rusofobia se han olvidado de repente o que nadie en Rusia nunca confía en una palabra que salga de la boca de un político estadounidense? Durante los últimos dos años Rusia ha estado esforzándose por prepararse para la guerra contra los EE.UU. y la OTAN. Ahora que el peligro de la presidente Hillary ha pasado casi seguro, sí -los rusos están encantados de que una guerra termonuclear se haya vuelto improbable. Pero nunca olvidarán lo cerca que se estuvo y definitivamente no detendrán sus preparativos. A lo más, retrasarán algo algunos programas, pero eso es todo. Fundamentalmente Rusia continuará su rápido ritmo de desarrollo militar que, teniendo en cuenta la situación en Ucrania y en el Medio Oriente, es una buena decisión independientemente de lo que hacen o dicen los estadounidenses.
Pienso que puedo predecir con bastante exactitud lo que hará Rusia durante los próximos cuatro años: Putin se reunirá con Trump y tratará de trabajar con él en tantas como sea posible de las muchas cuestiones pendientes entre los EE.UU. y Rusia (es decir, ¡suponiendo que los neoconservadores en torno de Trump no lo torpedeen todo antes de que empiece!). Si Trump quiere una solución razonable para Siria y Ucrania, la conseguirá de los rusos. Si Trump es serio sobre forzar a la CIA & Co. a dejar de usar Al Qaeda & Co., es decir, si Trump es serio sobre aplastar a Daesh, los rusos también lo ayudarán. Y si Trump quiere que los rusos ayuden a asegurar un acuerdo para Israel y Palestina, o ayuden a mediar un acuerdo con la RPDC, los rusos lo complacerán nuevamente. Pero lo que no se detendrá es el rearmado masivo de las fuerzas armadas rusas y los esfuerzos rusos para desvincular políticamente a la UE de los Estados Unidos. Éstos son objetivos estratégicos de Rusia que no serán afectados por los EEUU. Además, aunque durante los próximos cuatro años los Estados Unidos gasten X billones de dólares en “defensa”, Rusia gastará mucho menos, pero obtendrá mucho más que Estados Unidos. ¿Por qué? Porque todo el complejo militar-industrial de Estados Unidos está corrupto hasta el hueso y las fuerzas armadas estadounidenses en un avanzado estado de decadencia.
Contrariamente a lo que suponen algunos “patriotas-hurra” rusos (y no rusos), Rusia es todavía mucho más débil que los Estados Unidos, pero está alcanzando un ritmo que los Estados Unidos simplemente no pueden igualar, Trump o no Trump, tan es así que el ratio de poder de los EE.UU. respecto de Rusia en cuatro años será aún más favorable a Rusia de lo que es ahora. Si los neoconservadores realmente piensan que de alguna manera pueden revertir o incluso afectar significativamente esta tendencia, están equivocados. Estados Unidos está cayendo y Rusia está subiendo, y nada puede detener este proceso.
El argumento más fuerte en favor de la tesis de Engdahl es este: mientras que los neocons siempre han sido astutos y muy proactivos, no son muy brillantes y sólo pueden ver hasta el corto plazo inmediato. Además, su arrogancia verdaderamente infinita siempre los trae a la misma solución cuando se les presenta una crisis: doblar la apuesta. Y si eso no funciona, doblarla de nuevo. Y otra vez. Y otra vez. Es por esto por lo que todos sus grandes planes primero por un pelo funcionan, pero luego, inevitablemente, caen, una y otra vez.
En este momento, no hay nada más estúpido y autodestructivo que los Estados Unidos pudieran hacer que redoblar la apuesta en todos sus fracasos, errores de cálculo y equivocaciones. Lo inteligente que se debe hacer es lo que Trump promete hacer: cambiar de rumbo, “drenar el pantano” en DC y salvar a Estados Unidos al renunciar al Imperio anglo-sionista. Espero que esto sea lo que significa el lema “hacer grande a Estados Unidos”: hacerlo grande arrojando al Imperio.
Mi intuición es que Trump es al menos parcialmente sincero ¿De otra manera cómo podríamos explicar el actual pánico neocon? Ellos parecen saber algo que realmente los está asustando. ¿Podría ser que Trump es serio acerca de patear su trasero colectivo de vuelta al sótano desde el que reptaron?
Dicho esto, por favor no concluya que soy más optimista que Engdahl. No lo soy. Es sólo que mi miedo es diferente del suyo. Engdahl piensa que Trump es un fraude mientras que yo pienso que es improbable que Trump tenga la combinación correcta de inteligencia, fuerza de voluntad, valor, abnegación y patriotismo para purgar a los EE.UU. de la putrefacción neocon. En pocas palabras -no creo que Trump será el “Putin estadounidense”. Además, creo que la elección de Pence como vicepresidente es indicativa de una esperanza profundamente equivocada de Trump sobre que puede apaciguar a los neoconservadores.
Finalmente, intentemos darle sentido a la fobia absolutamente absurda y, francamente, irracional de Trump hacia Irán. ¿No es ésa su tentativa de lanzar a los neoconservadores un hueso para masticar con la esperanza que lo dejarán ser si él “les da” Irán?
Una cosa es absolutamente cierta: si los estadounidenses atacan a Irán, cualquier acercamiento con Rusia se irá inmediatamente a los caños. No hay manera de que Trump pueda conseguir algún tipo de asociación con Rusia mientras amenaza a Irán. Otra contradicción en el supuesto plan neocon.
Dios sabe que espero que yo esté equivocado. Y, por supuesto, espero que Engdahl también esté equivocado. Los milagros suceden y a veces los individuos aparentemente mediocres o vacilantes terminan mostrando una determinación y fuerza de voluntad que puede cambiar el curso de la historia. Pero creo que Engdahl está formulando las preguntas correctas y haciendo las advertencias correctas. Aunque es legítimo esperar un milagro, uno nunca debe olvidar que los milagros ocurren muy raramente y que es mucho más probable que no sucedan.

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