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domingo, 9 de octubre de 2016

ACTO CHE: NUESTRAMÉRICA REVOLUCIONARIA (+ VIDEO)

Con la concurrencia de cientos de compañeros, el viernes 7 de Octubre, en pleno centro de Buenos Aires, se realizó un multitudinario acto en homenaje al Che Guevara y a Raúl "Boli" Lescano. El 8 de Octubre de 1967 luego de un combate caía prisionero el Comandante Ernesto Che Guevara y hace pocos días, el 9 de Septiembre, fallecía uno de sus más fieles seguidores, Rául “Boli” Lescano, dejando tras de sí el ejemplo de una vida totalmente dedicada a la Revolución y el Socialismo.

 


Las fuerzas antiimperialistas Partido de la Liberación, Agrupación 17 de Agosto, Agrupación “Envar El Kadri” (Peronismo de las Bases), Agrupación John William Cooke, Agrupación 22 de Agosto y MPR Quebracho se unieron en este hecho de reafirmación de los valores políticos y morales que dos gigantes como el Che y el Boli defendieron con consecuencia heroica, en este hecho de reafirmación de la misión política que el Che y el Boli nos legan.

la columna de compañeros llegando al acto

El acto comenzó con la lectura del mensaje que diera el General Juan Domingo Perón al movimiento peronista ante la confirmación de la caída del Che Guevara. Lo reproduzco íntegro por su importancia, por su claridad y por la significación histórica que tiene, más todavía en estos momentos en que es más necesaria que nunca la Unidad de los antiimperialistas:
“Con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable pérdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que, en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación. Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres del Pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.
Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven más extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto ‘Che’ Guevara.
Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazó, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.
He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo que fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿qué edad tenía entonces?  Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Yrigoyen. Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía. Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. ¡Vaya si el ‘Che’ los enmendó!
En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno popular de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a la cancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salió hacia México.
Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.
No faltarán quienes pretendan empalidecer su figura: el imperialismo, temeroso del enorme prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, está en campaña de desprestigio. No nos debe sorprender, ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre ha estado en contra de los movimientos nacionales y populares. De eso podemos dar fe los peronistas.
La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquías y de los monopolios inversionistas del imperialismo.
Las revoluciones socialistas se tienen que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre sí todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre sí los usufructuarios del privilegio. La mayoría de los gobiernos de América Latina no van a resolver los problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución. Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos.
Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a las nuestras, pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.
El peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto “Che” Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica”. (Madrid, 24 de octubre de 1967)

El "Boli" y el Che, ejemplos de revolucionarios

Luego de escuchar este contundente mensaje del General Perón, quienes concurrimos al acto nos conmovimos con el pensamiento del Che Guevara y del Boli Lescano cada vez que los compañeros en el escenario leyeron algunos de los tantos conceptos que estos dos HOMBRES, con mayúscula, fueron expresando a lo largo de su vida de revolucionarios.
La convocatoria al acto fue, el mismo tiempo, el documento unitario, firmado por todas las organizaciones, que se leyó durante el mismo.
Es el siguiente:
“ ‘Aún cuando uno se reconozca comunista o socialista, peronista o cualquier otra ideología política en determinado país, solamente caben dos posiciones en la historia, o se está a favor de los monopolios o se está en contra de los monopolios. Y todos los que están en contra de los monopolios, a todos ellos se les puede aplicar un denominador común, en eso los norteamericanos tienen razón, todos los que luchamos por la liberación de nuestros pueblos luchamos al mismo tiempo, a veces aunque no lo sepamos, por el aniquilamiento del imperialismo y todos somos aliados aunque a veces tampoco lo sepamos, aunque a veces nuestras propias fuerzas las dividamos en querellas internas, a veces en discusiones estériles, dejamos de hacer el frente necesario para luchar contra el imperialismo, pero todos, todos los que luchamos honestamente por la liberación de nuestras respectivas patrias, somos enemigos directos del imperialismo’.
Ese párrafo pertenece al discurso de Ernesto Che Guevara pronunciado el 25 de mayo de 1962, como parte del Mensaje a los Argentinos. Mantiene rigurosa actualidad y por eso los partidos y movimientos convocantes a este acto por el Che lo hemos elegido para encabezar nuestro documento.
Aquella orientación guevarista sobre la línea divisoria entre el pueblo y el imperialismo, entre los trabajadores y los monopolios, entre las fuerzas populares y las oligarquías, entre la Patria Grande y los Estados Unidos, en cuanto a intereses antagónicos y no sólo en lo reivindicativo, sino ante todo en lo político, es plenamente válida. Homenajear al Che significa un compromiso de lucha. Contra el imperialismo, contra las corporaciones y por Nuestramérica.
El 2016 nos encuentra con una región en dura disputa. Mientras Macri busca arrasar en Argentina con su plan neoliberal, en Brasil triunfó el golpe. A la vez el Imperio sitia a Venezuela, mantiene el bloqueo contra Cuba y acosa a todos los demás países nuestroamericanos que siguen una línea de liberación. Pero hay pelea. Porque Nicolás Maduro es respaldado por su pueblo, por el ALBA y por el Movimiento de los No Alineados y porque en toda América hay militancia antiimperialista resistiendo los embates reaccionarios.
El plan de avance de Estados Unidos es público: creación de nuevas bases militares y Tratado Trans-Pacífico, para subordinar así a nuestras naciones y hundir por siempre el proyecto de integración regional.
En Argentina, aquí y ahora, enfrentamos al gobierno de Macri que expresa crudamente a los monopolios y el imperialismo, patentizado en la galopante deuda externa que está fabricando amén del pago a los fondos buitres, en la devaluación para favorecer a los pulpos exportadores, en la quita de retenciones a los sojeros y mineras, en el retorno del FMI a inspeccionar las cuentas públicas, en la organización de ‘Mini Davos’ con mil CEOS y gerentes de multinacionales, en el favorecimiento a los laboratorios extranjeros en detrimento de los nacionales, en la importación abierta e indiscriminada que arruina a la producción local, los tratados de libre comercio, y un largo etcétera.
Dicho en otras palabras, el nuestro es, como enseñó el Che, un antiimperialismo al servicio del pueblo trabajador y de la liberación nacional y social, que defiende el empleo y el salario frente a la ofensiva neoliberal, que lucha por los derechos humanos de ayer y hoy, que apoya la protesta social contra los tarifazos, que clama por la libertad de Milagro Sala y demás presos políticos, que no renuncia a los derechos argentinos en Malvinas, que condena el bloqueo yanqui a Cuba y confraterniza en la lucha continental con los pueblos de toda Nuestramérica.
¡Nuestro compromiso, en homenaje a los 30.000 desaparecidos y al compañero Raúl Boli Lescano, es continuar la lucha antiimperialista, es el esfuerzo constante, sostenido e insoslayable en la construcción de la verdadera unidad popular, como planteó con su trayectoria y su vida el Comandante Che Guevara, hasta la Victoria final!”


Y por último, como cierre, el compañero Fernando Esteche, entrañable hermano de lucha del Boli y secretario político del MPR Quebracho, expresó fervorosas palabras que, además de lo emotivo, apuntaron también a contextualizar en el presente el significado del pensamiento del Che y del Boli.
He aquí el discurso del compañero Fernando:
“Tenemos aquí la imagen, en el telón que está en este escenario, de dos revolucionarios cabales como el Comandante Che Guevara y el Boli Lescano. La carga histórica y la perpectiva política que eso nos impone y por otro lado la conmoción que nos genera tener al Boli en una bandera, tener al Boli en una remera, tenerlo al Boli hoy presente en nuestros puños, en nuestra piel, pero ausente físicamente entre nosotros, hace que así que entre otras cosas, algunas de las cosas que queríamos señalar primero es dar cuenta de la generosidad que han tenido las distintas organizaciones que han construído este acto, una generosidad que permitió, además de homenajear al Che, homenajear al Boli, una generosidad que permitió construir este acto, una generosidad que permitió no hacer una maratón eterna de oradores, y que es una generosidad para nada desinteresada, para nada fuera de cálculo, es una generosidad calculada, interesada, una generosidad que los compañeros, cuando fueron construyendo esta escena tuvieron bien presente de qué se trataba, como era una manera más efectiva de construirlo y atravesados cada una de las organizaciones aquí expresada por el cálculo político de su propia estrategia, de su propia táctica.
Así que reconocer ahí, compañeros, desde nuestra organización, a cada una de las organizaciones que no casualmente se embanderan donde se embanderan y que podrían estar cada una de esas imágenes acá atrás también presidiendo este acto: John William Cooke, por ejemplo, Envar El Kadri, por ejemplo, el General San Martín y la 17 de Agosto, por ejemplo, la liberación como bandera de los compañeros del Partido de la Liberación, la 22 de agosto como ejemplo emblemático, arquetípico de los revolucionarios de Argentina, de la Unidad Política de los revolucionarios.


Así que venimos acá, a este acto, que es un acto de los revolucionarios, y ser revolucionario no tiene que ver, ser revolucionario, compañeros, no tiene que ver con un método de lucha; ser revolucionario tiene que ver con tener una estrategia política, con tener vocación de poder. Estos que nos han dejado como testimonio de vida y testimonio de muerte también. Estas experiencias, enseñanzas, trayectorias, de los recorridos de los compañeros que hoy enarbolamos como banderas y que hoy homenajeamos acá. Estamos hablando de homenajear a políticos revolucionarios, y esto es un acto de políticos revolucionarios, esto es un acto de la militancia revolucionaria, y con esto no queremos obturar la dimensión militar de los repertorios que tomaron estos compañeros, no queremos hacernos los tontos cuando decimos que son políticos revolucionarios; también decimos que han sido guerrilleros, porque si no hubieran sido políticos revolucionarios no hubieron sido guerrilleros. Y viceversa: fueron guerrilleros porque fueron políticos revolucionarios, y de eso se trata compañeros, de eso se trata: de llevar adelante el método de lucha que sea necesario para desterrar a los enemigos de la Patria en cualquier rincón de la Patria Grande donde se manifieste.
Así que no es ésta una apología guerrillerista, no es ésta una apología aventurera o voluntarista. Nos prguntaban por ahí de qué se iba a tratar este homenaje, con curiosidad genuina, a ver si se trataba esto de una efemérides, y ahí recapacitamos de nuevo: nuestros homenajes no pueden ser efemérides. Claro que nuestros homenajes son manifiestos políticos, claro que nuestros homenajes son compromisos, porque no se puede homanejear a los hombres y mujeres que han dado y han trazado las trayectorias y las líneas para adelante que tenemos que caminar si no es con militancia política, si no es con política revolucionaria, y el primer paso de la política revolucionaria lo señalaban algunas de las frases, nos lo marcaba siempre el Boli, lo vamos intentando con este acto, y con tantos y tantos actos y actividades y repertorios que vamos construyendo: el primer paso de cualquier paso de cualquier estrategia revolucionaria es la unidad de los revolucionarios, es la unidad de los que luchan, y ahí entonces, ahí entonces compañeros, de qué se trató esto, de qué se trató esto, de que entre tanta bandera con estrella de cinco puntas, entre tanta bandera roja leyéramos en el escenario una carta del General, militar argentino Juan Domingo Perón. Los enemigos de la Patria, los enemigos de la Revolución nos quieren gorilas, la gilada, la izquierda boba, nos quiere gorilas, y nosotros venimos a traer a Perón, venimos a señalar que no puede haber Revolución si no concurren la izquierda revolucionaria y el nacionalismo popular revolucionario. Por eso Perón en este escenario; por eso el Che en este escenario.
Ahí está, no podemos salirnos de algunas reflexiones por eso de que los homenajes no son efemérides, de algunas reflexiones en torno de qué hay que hacer en Argentina, de qué se trata esto de la política revolucionaria en Argentina y tanto compañero con buena voluntad nos pregunta qué pasa que no hacemos nada. Están esperando algunos viejos repertorios de los ochenta, están esperando algunos viejos repertorios de los noventa. Algunos provocadores también desde los medios nos desafían, nos tiran el guante a ver si caemos en la trampa. De qué se trata esto de ser revolucionarios. Claro que se trata de enfrentar a este gobierno pero no solamente de enfrentar a este gobierno; se trata también de enfrentar a aquellas variantes que aparecen travestidas como provenientes de lo popular, como variantes de lo nacional y no son otra cosa que simplemente una variante más de la restauración neoliberal, y hablo de Massa, hablo de Urtubey, hablo de Gioja, hablo del PJ argentino, que ahí está traficando, y penetrando, y metiéndose entre nosotros, metiéndose entre el acumulado popular que se ha construído durante todos estos años. Y entonces ahí la reflexión esta que tenía que ver con qué tenemos que hacer. Éstos que he nombrado nos proponen una oposición responsable, dicen ellos. Éstos que he nombrado nos proponen abonar a la resonsabilidad y nos dicen, cínicamente, que si le va bien al gobierno les va bien a todos. Compañeros, nosotros sabemos que cada vez que les va bien a ellos nos va para la mierda a nosotros. Entonces de qué se trata: construir la gobernabilidad es ser cómplice de la entrega, la depredación y la miseria que están sembrando en la Argentina estos hijos de puta.
Así que desde ahí traigo la imagen, como cuando los miserables se ufanaban de aquella enorme mujer revolucionaria, Rosa Luxemburgo, en su derrota, se burlaban de ella. Ahí Lenin, que tuvo discusiones y contradicciones con ella; Lenin la va a rescatar y va a decir: se trata de un águila, y ésa es la imagen, ésa es la mirada de mis compañeros, ésa es nuestra mirada, eso somos nosotros: somos águilas. Las águilas pueden volar más bajo que las gallinas, pero nunca las gallinas van a poder volar más alto que las águilas. Ahí están: el Boli, el Che, nosotros. Somos áquilas. Sépanlo. Podemos estar volando bajo, podemos estar volando bajo; no somos gallinas. Y de eso se trata, compañeros.
Ahí, en la derrota de Cancha Rayada, en las guerras de independencia, cuando parecía colapsar el gobierno revolucionario independentista de Chile, en un camino de emergencia, urgente que hicieron, traíamos esa mención, traíamos esa anécdota, cuando ganó Macri, para darnos fuerza, pero no para darnos fuerza como pentecostales, sino para darnos fuerza para demostrar que como dijeron los compañeros, aún tenemos Patria. Cuando fue la derrota de Cancha Rayada, con otros elementos y con otros recursos retóricos, Manuel Rodríguez, el guerrillero, les planteó, ante los cobardes, ante las gallinas, de nuevo un águila aparece en la Historia, a decir, y vamos a retomar esa imágen, él decía algo así como que en tanto haya un labrador, una mujer, un niño, que pueda ser capaz de portar un puñal para enfrentar a los leones que venían a invadirlos, aún quedaba Patria, y nosotros decimos: en tanto hay un sólo argentino capaz de portar una piedra y saber apuntarla, capaz de llevar una cubierta y prender fuego para construir una barricada, capaz de tener la voluntad de ganar la calle, de alimentar un paro, de alimentar una asamblea, de revolver una olla en un barrio, de agitar a los compañeros estudiantes en las escuelas y en las universidades, en tanto hay argentinos con esa voluntad, aún tenemos patria.


Y para que los sepan éstos que hoy gobiernan y éstos que cogobiernan y quieren gobernarnos, y que nos ven como una caricatura, que hace tiempo que ya hemos dejado de ser caricatura, nos ven incapaces, nos ven impotentes, han pasado muchos años, en los que hemos ido ganando experiencia, maduración, temple, inteligencia. A éstos les decimos que en esto de la caricatura que ellos imaginan, estamos dispuestos a convertirnos en su pesadilla porque vamos a echar mano de todos los recursos que tengamos a mano y cuando digo de todos, estoy diciendo de todos. Vamos a hacer lo necesario para que un gobierno que gobierna contra el pueblo no pueda gobernar.
Así que compañeros, con la enseñanza del Che, con la inspiración permanente, presente, de mi hermano el Boli Lescano, decir eso: aún tenemos Patria, crispamos los puños desde la izquierda para convertirlos en la V de la Victoria: ¡Vamos por ellos! ¡Vamos contra ellos! ¡Los vamos a voltear! ¡Viva la Patria! ¡Viva el Che!
Compañero Boli Lescano ¡Presente! Compañero Boli Lescano ¡Presente! Compañero Boli Lescano ¡Presente! ¡Ahora! ¡Y siempre! ¡Ahora! ¡Y siempre! ¡Ahora! ¡Y siempre!”

Esteche: "en tanto hay un sólo argentino capaz de luchar, aún tenemos Patria"

Ya había casi anochecido en Buenos Aires. El cielo apenas tenía algunos nubarrones huyendo, moviéndose apresurados, abriendo espacio para la luz del sol que se iba. Antes, cerca de las tres de la tarde, había llovido torrencialmente. En aquel momento, todos los que nos aprestábamos a ir al acto pensamos, y deseamos, que para la hora que comenzara el homenaje al Che y al Boli el cielo nos bendijera con un azul infinito, ese de la eternidad, con una luz crepuscular de esa que es tierna, amorosa, solemne… Y así fue. La tarde también definió espantar a las nubes grises para que, desde la inmensidad, el Che y el Boli bajaran hacia nosotros a abrazarnos, a alentarnos, y también a recibir nuestro homenaje a ellos, nuestros héroes.
Desde la oscuridad, los cipayos traicioneros observaron inquietos... Los argentinos que no estamos solos y no esperamos estamos marchando…
Patria o Muerte

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