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lunes, 26 de enero de 2015

SEGUNDA CARTA DE CFK: AMIA Y LA DENUNCIA DEL FISCAL NISMAN

Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio.

 


Ayer, los argentinos tomamos conocimiento de la denuncia completa del fiscal Nisman. Siempre se ha dicho que el idioma inglés, a diferencia del español, no tiene tanta diversidad de palabras para definir objetos, situaciones, adjetivos, etc. Y es cierto. Pero debo reconocer que en esta oportunidad, al ver y leer en el día de la fecha la tapa del diario porteño Buenos Aires Herald, la economía de vocabulario tiene también sus ventajas.
En efecto, el referido matutino expresa su opinión sobre la denuncia del fiscal Nisman y lo hace con precisión quirúrgica, o tal vez lingüística. Sobre un facsímil del dictamen, dos palabras inapelables: “Nothing new”. En español: “Nada nuevo”.
Por si no bastaba, agrega como subtítulo: “El reporte de Nisman fracasa en avivar las llamas de conspiración”. Fracaso y conspiración, dos palabras que si hubiera utilizado esta Presidenta sería objeto de las peores críticas. Creo que nadie podrá acusar al periódico de habla inglesa de ser un medio afín o cooptado por el gobierno.
Podría mencionar también el análisis de Horacio Verbitsky: ¨Alerta roja¨, publicado en Página 12 también en el día de la fecha, o el de Raúl Kollmann, en el mismo diario, páginas 2 y 3… pero ya se sabe, no faltarían quienes los impugnaran pese a ser ambos periodistas quienes han analizado y seguido el caso AMIA desde sus orígenes. Inclusive Horacio Verbitsky preside el CELS, que representa a familiares de víctimas del atentado, que integran el colectivo Memoria Activa.
Bueno Aires Herald, Página 12 y otros medios (no quiero ser injusta con nadie), derribaron como un castillo de naipes lo que fue presentado como “la denuncia del siglo”, que demostraría nada más ni nada menos que la complicidad de la Presidenta de la República, de su Canciller, y del Secretario General de La Cámpora, en el encubrimiento de los iraníes acusados de haber participado en el atentado a la AMIA hace 21 años.
Por mi parte, debo confesar que una rápida lectura de la denuncia publicada en el CIJ, sitio informático de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, no hizo más que confirmar mis peores sospechas, y encontrar respuesta a muchos de los interrogantes que planteé el día 19 del corriente en la ÚNICA carta que escribí y compartí con el Pueblo argentino: “AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes”.
ÚNICA en mayúsculas se debe a que se publicó y habló de “una nueva carta de Cristina” (sic). NO. La carta fue una sola, difundida por distintos sistemas de la red. Basta con leer el texto, pero en la Argentina, tal como siempre lo afirmo, todos los días hay que volver a explicar lo obvio y simple.
Esta es la segunda, y con motivo, precisamente, de haber conocido finalmente el texto de la denuncia, al igual que el resto de los argentinos. Saludable signo democrático: la Presidenta denunciada se entera al mismo tiempo que el resto de los 40 millones a los que tiene la responsabilidad de representar.
Decía que la lectura de la misma no hizo más que confirmar mis peores sospechas. Tenía razón el Buenos Aires Herald: Nada nuevo. Pero también por otras razones: al informe de Nisman le “plantaron” información falsa. Casi una réplica de lo que me tocó ver en la comisión que seguía la investigación de la causa principal. Los presuntos agentes de Inteligencia que Nisman identificaba como miembros de una “SIDE paralela” en conexión “directa” con la Presidenta, Ramón Allan Héctor Bogado y Héctor Yrimia, NUNCA habían pertenecido a la Secretaría de Inteligencia, bajo ningún carácter. Es más, con fecha 12 de noviembre de 2014, la Secretaría de Inteligencia denunció criminalmente al Sr. Bogado por la posible comisión del delito de “tráfico de influencias”, ya que se presentaba ante funcionarios de Aduana como personal de Inteligencia. La causa se tramita en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 9.
Por si fuera poco, el 7 de agosto de 2013 se recibió en la Secretaría de Inteligencia un oficio librado por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 en una causa por el delito de “extorsión” en el cual se solicitaba saber si Ramón Allan Bogado prestaba servicios en dicha dependencia, y en caso afirmativo, debía concurrir al Tribunal a declarar. Todo lo precedentemente detallado fue informado al juez Lijo a requerimiento del mismo, por haber quedado radicada la denuncia de Nisman en el juzgado a su cargo.
Dichas actuaciones tuvieron lugar antes de que asumieran las actuales autoridades de la Secretaría y quien puso en conocimiento de las mismas a sus superiores fue precisamente el entonces Director General de Operaciones, Ing. Antonio Horacio Stiusso, el día 10 de noviembre de 2014. La denuncia fue presentada al día siguiente.
Aquí es bueno recordar declaraciones del fiscal Nisman realizadas el 14 de enero de 2015 en el programa “A dos voces” del canal de cable TN (ya saben de quiénes se trata). Allí, ante una pregunta sobre el Ing. Stiusso de Alfano: -“¿Y que hizo Stiusso?”, Nisman contesta: -“Absolutamente todo lo que yo le pedía. Con quien coincidía muchas veces y tenía muchísimas discrepancias. Stiusso en un excelente profesional, no tengo dudas, pero a veces Stiusso como todo hombre de Inteligencia venía y me decía 'tengo ésta prueba, en tal hecho participó fulano' y la explicación que me daba cuando me hablaba era coherente, la prueba la daba un informante de la triple frontera, 'pero escúcheme, para Inteligencia es bárbara ésta prueba, yo tengo que ir ante un tribunal, me sacan corriendo, qué digo, ¿me lo dijo el señor Stiusso?' y se generaban discusiones. Yo solamente validaba jurídicamente a lo que le podía dar validez judicial”. Textual.
Si Stiusso era el que le daba toda la información que Nisman pedía y tenía, es más que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado e Yrimia eran agentes de Inteligencia. ¿Es posible que se haya olvidado que él mismo lo había denunciado en noviembre del año pasado y se había iniciado causa judicial? Y si se había olvidado un hombre tan memorioso ¿no consultó con la oficina de Recursos Humanos?
Aquí cobran especial importancia las declaraciones del juez de la causa, Dr. Rodolfo Canicoba Corral, quien se ha referido críticamente a la participación del Ing. Stiusso, manifestando que en lugar de colaborar, terminó dirigiendo la investigación. Personalmente creo que hacía algo más que dirigirla. Los hechos hablan por sí solos.
Si entonces todo es falso; si los agentes no son agentes; si Interpol, en la persona de su ex jefe Ronald Noble, demolió la acusación sobre las alertas rojas afirmando que lo que decía Nisman era falso; si el comercio con Irán decrece en vez de aumentar luego del Memorándum; si los que venden granos no son ni la Presidenta, ni el Canciller, ni el Secretario General de La Cámpora, sino en forma privada y sin intervención del Estado, entre otras, las firmas: Bunge, Cargill, Nidera, Oleaginosa Moreno de la firma suiza Glencore, Aceitera General Deheza, Molinos Rio de La Plata, Vicentin, e inclusive el Sr. Jorge Aranda, directivo de Clarín, quién triangula operaciones de venta de arroz a Irán a través de la firma Molinos Libres S.A. Como se verá, empresas y empresarios que no son precisamente “amigos” del Gobierno, como gusta adjetivar Clarín a algunos que no responden a sus directivas o invitaciones.
Si además el Gobierno nunca compró petróleo a Irán; si además el supuesto agente iraní Jorge Alejandro Khalil aparece asociado comercialmente a su hermano Alberto Amado Edgardo Khalil, quién se desempeñó como Director General de Asuntos Jurídicos de la Legislatura porteña, designado por el entonces Vicepresidente de la Legislatura Santiago de Estrada y el entonces Secretario Administrativo Oscar Moscariello (hoy Vicepresidente de Boca Jrs. y dirigente del PRO). Luego, por Decreto, se le otorgó Poder General Judicial para representar al Gobierno de la Ciudad, y renuncia a la Dirección General de Asuntos Jurídicos 8 días después del procesamiento y dictado de prisión efectiva al ex Jefe de la Policía Metropolitana Jorge “el fino” Palacios por espionaje telefónico, entre otras personas, a familiares de víctimas de la causa AMIA.
Resulta extraño que quien profesa con tanto fervor la fe islámica, lo cual merece mi mayor respeto, y es un incondicional defensor de la República Islámica de Irán, algo completamente legal en Argentina, se asocie con dirigentes de un partido manifiestamente anti-iraní. Porque si bien los parientes no se eligen, los socios comerciales sí.
Asimismo, llama la atención que el fiscal Nisman, o quienes lo asesoraban en la investigación, se hayan interesado únicamente en escuchar telefónicamente a Khalil cuando hablaba con determinadas personas. En cualquier parte del mundo una investigación antiterrorista seria, lo primero que hace es determinar vínculos comerciales, de financiamiento, etc.
Es más, si algún juez o jueza profundiza la investigación sobre este ciudadano, además de escuchar su teléfono, tal vez se encuentre con información que nada tiene que ver con la religión, con Irán y con todas las cosas que parecen ser. Porque en la Argentina, como en todos lados, no todo lo que parece es, y viceversa.
En síntesis, la acusación de Nisman no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico. Y ahí está una de las claves. El fiscal Nisman no sabía que los agentes de Inteligencia que él denunciaba como tales, no lo eran. Mucho menos que uno de ellos había sido denunciado por el propio Stiusso. Tampoco investigó, fuera de las escuchas que le suministraba Stiusso, al ciudadano Jorge Alejandro Khalil.
A esta altura, los interrogantes que me planteaba el 19, se van convirtiendo en certezas, igual que cuando se avanzaba en la investigación de la causa AMIA.
La denuncia del fiscal Nisman nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista a la AMIA.
El estrépito de la denuncia, sumado al marco internacional por lo sucedido en Francia, que aún sin pruebas ni sustento, plagada de información “plantada”, quedaba sepultada por la muerte del fiscal. Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio. Recurso que ya ha sido utilizado en muchos casos tristemente célebres. Quiero recordar uno en especial para retomarlo más adelante, el de Lourdes Di Natale quién se “suicidara” tirándose por un balcón.
Al fiscal Nisman no lo hacen volver sólo para denunciar algo que sabían no tenía sustento y que no podía perdurar. Cuando la periodista Sandra Russo analiza el caso en Página 12 bajo el título “El truco de la confusión” y afirma que “quisieron usar vivo a Nisman y ahora lo usarán muerto”, se equivoca. Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible.
Porque surgen nuevos interrogantes a medida que se hacen públicas muchas cosas. ¿Por qué habría de suicidarse alguien que escribe un mensaje en su chat como el que escribe el fiscal Nisman cuando explica a un grupo cerrado de amigos su regreso intempestivo al país? En un tono casi épico, reflejando que venía a cumplir una tarea “para la que se había preparado pero no se la imaginaba tan pronto”.
¿Por qué se iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada hace tiempo pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?
¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18:27 le envió una foto a Wolff, miembro de la DAIA, de una imagen de su escritorio donde se ven papeles y resaltadores, y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del día lunes en Diputados? El propio Wolff expresa textualmente: “Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de Inteligencia. El me respondió que quien lo tenía que hacer era el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando”.
¿Por qué se iba a suicidar si no sabía que era falsa la información que estaba en el informe? Estas respuestas seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos “la denuncia del siglo” proporcionándole datos falsos.
Pero además, si hubiera tenido sospechas de falsedad de información o de falta de sustento en el supuesto de que se lo habían escrito “otros” ¿Por qué se iba a suicidar alguien que ya había sido acusado por numerosos familiares de las víctimas del atentado en la AMIA o directamente lo habían recusado? ¿En qué hubiera cambiado su vida si el informe no tenía sustento y el juez a cargo, como es común, corriente y sucede a diario, le dicta un “téngase presente y resérvese hasta que se adjunte más prueba”?
¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida? Pero además, ¿por qué iba a pedir prestada un arma para suicidarse cuando el fiscal tiene registradas dos armas a su nombre en el RENAR? Una pistola semiautomática marca Bersa calibre 22 plg largo rifle (similar a la que fue hallada junto a su cuerpo) y un revólver acción doble marca Rossi calibre 38.
Resulta imposible no observar que en cualquier lugar del mundo, si alguien aparece muerto por un arma que está registrada a nombre de otra persona y esa misma persona resulta ser la última que estuvo con él en vida, le entregó el arma en el mismo lugar del hecho, su casa, y es un íntimo colaborador suyo especialista en informática que trabaja también en la causa AMIA desde el año 2007, resulta cuanto menos raro. Muy raro. Por eso es más que conveniente que se le otorgue mucha protección al Sr. Diego Ángel Lagomarsino.
Como también resulta muy conveniente que se ordenen sumarios e investigaciones lo más rápidamente posible sobre la propia custodia del fiscal Nisman. Esto es: los 10 policías federales. ¿Si informaron inmediatamente de descubierto el hecho al 911 o a sus superiores? ¿Cómo se permitió el ingreso al lugar donde estaba el cuerpo del fiscal Nisman a un médico privado de una obra social antes de dar cuenta al juez, a sus superiores, a los forenses?
Interrogantes estos y otros que deberán ser investigados por la jueza y la fiscal de la causa. Sí, ya sé. Llegaron a mí la publicaciones en Twitter y Facebook de la jueza interviniente. Manifestaciones no solamente de neto corte opositor hacia el gobierno nacional, sino que diría hasta ofensivas hacia la figura presidencial que revisten mayor gravedad proviniendo de una funcionaria pública de otro Poder. Dicho sea de paso, también tuvo expresiones hacia su propia institución, cuanto menos, poco felices.
Pero lo que más me inquieta es que es la misma ueza que trató la causa del “suicidio” de Lourdes Di Natale, ex secretaria de Emir Yoma, quien lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas. La causa se cerró y Lourdes sigue “suicidada”.
No fue casual que en la única nota que publiqué el 19 de enero, antes de conocer la denuncia de Nisman, en el segundo párrafo, y refiriéndome concretamente a la muerte del Fiscal Nisman, escribí con signo de interrogación “¿suicidio?”.
Hoy no tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas. Había que traerlo urgente al país para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia. Nisman mismo lo expresa en su chat cuando dice que no lo imaginaba tan pronto refiriéndose a lo que venía a hacer en su retorno imprevisto. Lo que nunca pudo imaginar es que el tiempo no solamente había comenzado a correr para la “denuncia del siglo”, sino también para su propia vida.
En varios medios de comunicación se recordaron, en estos días, casos de “suicidios” que nunca se esclarecieron: el Brigadier Etchegoyen que investigaba en la Aduana un caso de narcotráfico, mientras la aeronáutica era conducida por su camarada José Antonió Juliá (padre de los dos condenados en España por narcotráfico); el Capitán de Navío Horacio Pedro Estrada que estaba imputado en la causa por venta ilegal de armas; Marcelo Cataneo, acusado de pagar coimas en el caso de Banco Nación-IBM; el caso de la propia Lourdes Di Natale que mencioné en párrafos anteriores.Sin embargo, el caso del fiscal Nisman es diferente. Todos los casos mencionados remiten a cuestiones de corrupción y dinero. El caso AMIA es otra cosa. Es el mayor atentado terrorista que sufrió nuestro país y cobró la vida de 85 argentinos. Las víctimas y sus familiares esperan justicia hace 21 años y es precisamente desde allí, desde el Poder Judicial, único encargado de investigar, acusar, juzgar y condenar a los responsables de tanta tragedia, desde donde se puede cumplir esa demanda permanente de Verdad y Justicia.

Dra. Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de la Nación Argentina

martes, 20 de enero de 2015

CARTA DE LA PRESIDENTA ARGENTINA ANTE LA MUERTE DEL AGENTE EXTRANJERO NISMAN

La Presidenta de la Argentina, Dra. Cristina Fernández de kirchner, dio a conocer una carta ante la situación generada por las denuncias del occiso agente Alberto Nisman, fiscal de la causa AMIA, y ante el hecho de su muerte. La trasncribo textualmente porque me parece una declaración valiente en estos momentos en los cuales arrecia el accionar terrorista del Sionismo, tanto en Ucrania o Francia como en Siria o Irak, tanto en Venezuela para derrocar a Maduro, como en Argentina para hacer lo mismo con el gobierno nacional.

 

Cristina y Fransisco, dos líderes que se enfrentan al terrorismo sionista

A continuación el texto completo de la carta, titulada "AMIA: otra vez tragedia, confusión, mentira e interrogantes", difundida el 19 de enero de 2015 a las 21 horas aproximadamente.


La muerte de una persona, siempre causa dolor y pérdida entre sus seres queridos, y consternación en el resto. El suicidio provoca, además, en todos los casos, primero: estupor, y después: interrogantes. ¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?
En el caso del ¿suicidio? del fiscal a cargo de la causa AMIA, Alberto Nisman, no sólo hay estupor e interrogantes, sino que además una historia demasiado larga, demasiado pesada, demasiado dura, y por sobre todas las cosas, muy sórdida. La tragedia del atentado terrorista más grande que se produjo en la Argentina.
En lo personal me retrotrae a épocas pasadas y también duras: el 18 de julio de 1994 era Diputada Provincial en Santa Cruz y Convencional Nacional Constituyente en Santa Fe por mi provincia. Florencia, mi hija, recién había cumplido 4 años y Máximo estaba finalizando la secundaria. Viajaba todas las semanas a Santa Fe, y aquel lunes 18, el horror modificó todas nuestras rutinas.
Tampoco puedo olvidar que dos días después del atentado, me entero en Santa Fe que el 20 de julio, y con motivo del atentado, se había creado la Secretaría de Seguridad y nombrado al frente de la misma al Brigadier Andrés Antonietti.
Confieso que al enterarme de esa designación, un frío me corrió por la espalda. Aún recordaba nítidamente a esa persona. En 1980, durante el mes de noviembre en Río Gallegos, colocaron en nuestro estudio jurídico un artefacto explosivo de relojería y, además, rompieron todos los caños de gas de los calefactores dejando fluir el mismo y convirtiendo a nuestro estudio en una gigantesca bomba, que de haber detonado hubiera causado un verdadero desastre. Sólo un milagro permitió que eso no sucediera.
El Sr. Antonietti, en esos momentos, creo que era vice comodoro y segundo jefe de la Fuerza Aérea que gobernaba la Provincia de Santa Cruz. Habíamos mantenido un breve intercambio telefónico que terminó cuando le corté el teléfono. En ese momento nuestro estudio llevaba juicios contra contratistas de obra pública de dicha fuerza y concesionarios de servicios de la Agrupación Aérea. Me veo todavía, después de tanto tiempo, prestando declaración ante el Oficial Instructor de la Policía y recolectando firmas de repudio para una solicitada por el atentado.
Y recuerdo también, una memorable entrevista con el entonces Jefe de Policía, un Tte. Coronel de apellido Claro, ya que era el Ejército el que manejaba la seguridad y la inteligencia. Con él mantuve una conversación tensa, por mis declaraciones, que involucraban a un Oficial de otra fuerza y nuestra decisión de publicar una solicitada. Si, aunque parezca mentira, no se aceptaba ni siquiera la publicación de solicitadas denunciando atentados.
Lejos estaba de pensar en esa oportunidad (año 1980), que la explosión en la AMIA me devolvería al Brigadier Antonietti, 14 años después, con el cargo de Secretario de Seguridad de los Argentinos. Y más aún lejos estaba de imaginar que en 1996 iba a formar parte, como Senadora Nacional y luego como Diputada, de la Comisión Bicameral de Seguimiento de los atentados de la Embajada y AMIA.
Mi participación, que se extendió hasta la finalización de la Comisión en el 2001, estuvo signada siempre por honrar la memoria, encontrar la verdad y que se haga justicia. Los primeros tiempos nos fuimos interiorizando de los hechos, de las circunstancias, de la tragedia. El testimonio de los familiares, de testigos, etc… Luego comenzaron a desfilar por la Comisión todo tipo de personajes, hipótesis, teorías, al mismo tiempo que cada vez más crecían las contradicciones, las falencias, los "errores". Más tarde, y en plena campaña política presidencial: el plantar pruebas, la desaparición de otras. En fin, la confusión, la tergiversación, el ocultamiento o la "aparición" de "pruebas", como método permanente.
Cada vez más en lugar de aclarar, todo se oscurecía. Se complicaba y crecía la sensación, al menos en mí, de estar en un teatro de operaciones de la política nacional e internacional, en el que a pocos le importaban las víctimas y mucho menos la verdad. Tal cual lo declaré más tarde como testigo en el Juicio Oral.
La tensión crecía y las discusiones también, y mi percepción de estar frente a la "fabricación de un Juicio" fue creciendo hasta transformarse en convicción. Ocurre entonces un hecho determinante como fue la memorable reunión donde declaró el Dr. Claudio Lifschitz, quien fuera Secretario del Juez Juan José Galeano y diera cuenta de las graves irregularidades cometidas por el Juez y varios de sus funcionarios.
En esa declaración, que duró horas, fue como si de repente todas las piezas de un rompe cabezas que no podía armar se unieran para llegar a una sola conclusión: estábamos ante el fraude material y procesal más importante del que se tenga memoria. Tan importante fue esa declaración, que a raíz de la misma se inicia una segunda causa por encubrimiento contra los funcionarios que se desempeñaban en la época del atentado.
Podría contar numerosos hechos y discusiones, pero todo se condensa en el 3er. informe de la comisión, que firmé en soledad y con disidencia total, afirmando: que ya no tenía dudas. Que nada de lo hecho y actuado por el Juez Galeano pasaría por la prueba del Juicio Oral y Público. Ya se sabe, los papeles aguantan cualquier cosa. Las pruebas son otra cosa.
Desgraciadamente no me equivoqué. En el año 2004 el Tribunal Oral Federal nro. 3 demolió, literalmente, el expediente de Galeano y todo volvió a fojas cero, en la causa principal.
Sin embargo, en el año 2000, se inicia formalmente la causa de encubrimiento a raíz de las declaraciones públicas del Dr. Lifschitz. La causa estuvo paralizada durante años y el Juez a cargo Claudio Bonadío fue apartado de la misma, recayendo la misma en el juzgado del Dr. Lijo. Hoy, después de casi ¡15 años! de iniciada la causa de encubrimiento y 12 excusaciones de magistrados, se presume que "posiblemente" (el encomillado no es casual) se inicie el juicio oral y público en el mes de Junio de éste año.
Los imputados son:
1) Juan José Galeano (ex juez): por los delitos de peculado - malversación de caudales públicos, coacción, falsedad ideológica de documento público, privación abusiva de la libertad, encubrimiento, violación de medios de prueba y prevaricato.
2) Hugo Alfredo Anzorreguy (ex Secretario de Inteligencia): por los delitos de peculado, encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica de documento público.
3) Eamon Gabriel Müllen y José Carlos Barbaccia (ex-fiscales): por los delitos de privación abusiva de la libertad agravada, peculado y coacción.
4) Carlos Alberto Telleldín (reducidor de autos), Víctor Stinfale (abogado), Ana María Boragni (pareja de Telleldín), Rubén Ezra Beraja (ex Presidente de la DAIA), Patricio Finnen (ex agente de la SIDE): Por el delito de peculado.
5) Carlos Saúl Menem: por los delitos de encubrimiento, falsedad ideológica, violación de medios de prueba y abuso de autoridad.
6) José Alberto ¨el fino¨ Palacios (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y violación de medios de prueba.
7) Juan Carlos Anchézar (ex Subsecretario de Inteligencia): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica.
8) Carlos Antonio Castañeda (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad, violación de medios de prueba y falsedad ideológica.
Resta indagar a un grupo de Secretarios de Galeano y al Dr. Carlos Corach quien fuera sobreseído por el Juez Lijo, pero revocada dicha sentencia por la Cámara de alzada.
Curiosa y sugestivamente, cuando está a punto de iniciarse el juicio oral y público por encubrimiento, largamente demandado por la sociedad en general y los familiares en especial, surge el intento de convertir al Gobierno que más ha hecho por el esclarecimiento del atentado, no sólo en apertura de archivos, relevo del impedimento para declarar por parte de agentes de inteligencia, asignación de recursos humanos y económicos como nunca antes había contado la investigación. Reclamos, presentaciones y actuaciones en el orden internacional y ante la ONU sin precedentes, que ningún otro Presidente había hecho. Repito, curiosa y sugestivamente se intenta convertir, 21 años más tarde, en encubridores por tratar de que se le pueda tomar declaración a los imputados iraníes mediante un Tratado Internacional aprobado por Ley del Congreso.
Me parece que es demasiado. No se puede violar la ley con la aprobación del Congreso. No se puede violar la ley cuando lo que se quiere es que declaren los imputados, sobre todo porque es la única manera de que la causa salga del estancamiento y retroceso de casi 21 años. O acaso no se recuerda cuando en cumplimiento de las alertas rojas logradas durante nuestro Gobierno contra los iraníes acusados fue detenido por Interpol en Londres, el exEmbajador iraní ante Argentina Heidi Solimanpur, y la justicia inglesa lo liberó por falta de pruebas debiendo pagar la Argentina USD 25.000 deindemnización.
Podría mencionar las recientes declaraciones del ex Director General de la Interpol que intervino en toda la etapa de las alertas rojas u órdenes de detención o del Departamento Legal que opinó sobre el Memorándum, diciendo que era conveniente para el esclarecimiento del atentado.
Pero creo que los más importante es advertir que se intenta hacer con el Juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21 años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir. Si en aquel juicio "desaparecían" los cassettes que probarían que la SIDE estaba al tanto de que se estaba preparando un atentado, ahora "aparecen" cassettes de personajes públicamente simpatizantes de Irán a los que ni siquiera es necesario intervenir un teléfono para saber lo que hacen o lo que piensan. Basta con encender la radio y escucharlos, o mirar televisión y leer los diarios.
Y aquí es donde comienzan los interrogantes:
¿Quién fue el que ordenó volver al país al Fiscal Nisman el día 12 de Enero, dejando inclusive a su pequeña hija sola en el aeropuerto de Barajas, interrumpiendo vacaciones familiares y licencia en el trabajo que habían comenzado el 1ro de Enero y debían finalizar más allá del 20?
¿Quién puede creer que alguien que tenía tan grave denuncia institucional contra la Presidenta, su Canciller, que profesa la Fe Judía y es Judío, o contra el Secretario General de una organización juvenil que cuando ocurrió el atentado estaba en 5to. año del secundario, se fue de vacaciones y de repente las interrumpe y en plena feria judicial, sin avisarle al Juez de la causa presenta una denuncia de 350 fojas que evidentemente debía tener preparadas con anterioridad?
¿O será que alguien se las dio cuando volvió? Que por una de esas raras casualidades es al día siguiente de la marcha en Francia por los actos terroristas en Paris.
¿Es casualidad también que ese mismo día 12, que el fiscal regresa imprevistamente al País, que el diario Clarín titula: "Más de 4 millones de pie contra el terror en Francia"?
¿Es casualidad que al día siguiente, martes 13, y casi secuencialmente el mismo diario titule en su tapa: “Timerman recibió orden de no asistir a la gran marcha en París”? Desmentida por la presencia del Canciller y nuestra Embajadora en la marcha.
¿Es casualidad que el miércoles 14 el fiscal presenta ¿su? escrito de 350 páginas sin avisarle al Juez Canicoba Corral, Juez de la causa principal, y directamente las remita al Juez Lijo? Sí, el mismo que sobreseyó a Corach por encubrimiento.
¿Es casualidad que la 3ra. tapa secuencial de Clarín sea precisamente este hecho? "AMIA: Acusan a Cristina de encubrimiento a Irán".
¿Cómo pueden decir que el fiscal volvió porque temía que la Procuradora Fiscal lo removiera de su cargo si el propio Nisman admitió, nada más ni nada menos que en TN (el cable del monopolio y feroz detractor de la Procuración), que la Dra. Gils Carbó lo llamó para ofrecerle más protección y si necesitaba más custodia.
Como decía al principio: interrogantes que el Poder Judicial DEBE investigar, como también el hecho que sea un empleado de la fiscalía el que le suministra el día sábado el arma calibre 22 que le provoca la muerte. ¿Para defensa? ¿Un arma calibre 22? Cuando el fiscal vivía en la Torre Le Parc de Puerto Madero, con sistemas de vigilancia inteligentes, con códigos de ingreso, monitoreo de cámaras y custodia constante de Prefectura, y contaba además con custodia propia de 10 agentes de la Policía Federal.
Hoy más que nunca, no se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal. Porque se descubrirá a los autores del atentado cuando se sepa quiénes los encubrieron. Porque los delitos no tienen razones, sólo tienen móviles, y en Argentina todavía debemos explicar lo más obvio y simple.
Creo que los argentinos nos merecemos no ser tan subestimados en nuestra inteligencia y mucho menos cuando 85 víctimas y sus familiares todavía esperan justicia después de 21 años.

LA ÚNICA HIPÓTESIS REALISTA APUNTA AL ESTADO RACISTA DE ISRAEL

Una vez más, como sucede desde que ocurrieron los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA, el Sionismo vuelve a explotar políticamente estos crímenes. El agente sionista que obedeCÍA las órdenes de la Embajada de los Estados Unidos, el occiso fiscal Alberto Nisman, lanzó una impactante acusación sobre la presidenta de la Nación, su Canciller y sobre otros actores de la política nacional que tienen un perfil indudablemente antisionista. Los acusa de encubrimiento del atentado terrorista. Es el ladrón gritando "al ladrón". Nuevamente resulta imprescindible enfrentar estas injurias y, al mismo tiempo, profundizar en la investigación y la reflexión sobre cuál es la verdad en torno de estas masacres, habida cuenta de que en el debate en la opinión pública se sigue calumniando a inocentes como Irán y Siria y la inmensa mayoría de los periodistas siguen haciéndose los opas respecto de la hipótesis más realista y creíble: la que apunta a Israel y los Estados Unidos. 

 


Israel bombardeando Gaza con fósforo blanco

Los hechos
A las 9:53 del 18 de Julio de 1994 el edificio de la AMIA se derrumba como resultado de una o varias explosiones sincronizadas. Mueren por lo menos 85 personas y cerca de 300 son heridas. Sólo tres horas más tarde tanto el gobierno de los Estados Unidos (Bill Clinton era el presidente) como el gobierno del Estado Racista de Israel (a través del primer ministro Isaac Rabin y del presidente Shimon Peres, entre otros) oficialmente acusan a Irán, que habría cometido tal atentado a través de Hezbollah. El entonces ministro del Interior del gobierno de Carlos Menem, Carlos Ruckauf, casualmente se encuentra en Washington y allí le transmiten, verbalmente y, por supuesto, sin ninguna prueba, las hipótesis que según ellos debían seguirse para dar con los autores de esta masacre, instrucciones que este alcahuete y cipayo obedece y transmite cuando regresa, inmediatamente, a la Argentina. Su jefe, el entonces presidente Carlos Menem, el 19 de julio de 1994 (sólo un día más tarde) decretó la extraterritorialidad de la zona del crimen y puso en manos de dos países extranjeros la investigación in situ, permitiendo además que los servicios de inteligencia de estos países definieran el radio de esa extraterritorialidad. Estos países son Estados Unidos e Israel (por supuesto, ningún juez federal presentó ni siquiera una cautelar ante semejante acto de cipayaje ante potencias extranjeras). Así, Policía Federal, SIDE, Gendarmería, Ejército Argentino, para la investigación de esta masacre quedaron a las órdenes de las Fuerzas Armadas de Israel. El 21 de Julio de 1994 el diario La Nación informa que Menem instruye a su ministro de Defensa lo siguiente: "hay que seguir la pista de individuos de origen árabe, fundamentalistas y especialmente a los iraníes". La "investigación" fue rápida, tan rápida como las casi instantáneas acusaciones de esos países contra Irán: un capitán del ejército de Israel encontró entre los escombros un trozo de block de motor Renault, de los que usa el modelo Trafic, y con el número de fabricación intacto. Sólo ocho días más tarde los "investigadores" dieron con que ese motor integraba un vehículo que había armado un reducidor de autos: Carlos Telleldín, el reducidor que, a pesar de su oficio, parece que nunca habría podido aprender como limar números de motores. Ese mismo día la SIDE le dio al juez Juan José Galeano cuatro números de teléfono, anónimos, para que interviniera. Recién tres días más tarde las compañías telefónicas informaron quien era su titular: un comerciante de ascendencia siria llamado Alberto Jacinto Kanoore Edul, de confesión musulmana sunnita. Sólo 48 horas después del atentado Clarín anticipa que "los investigadores se convencieron de que un grupo de más de diez personas ayudó a los terroristas. Las miradas se dirigen a la mezquita del barrio porteño de Flores" (se refiere a la mezquita shiita At-Tahuid). El 31 de Julio allanaron el domicilio de Edul que, además de pertenecer a otra tendencia del islam (sunnita) jamás había pisado la mezquita de Flores (Edul concurría al Centro Islámico). Días más tarde el juez Galeano encontró que Edul tenía en su agenda a Mohsen Rabbani, sheij shiita, consejero cultural de la Embajada de Irán en Argentina al que, oh casualidad, la SIDE venía interviniendo sus teléfenos desde dos años antes. Desde diferentes países del mundo donde el Sionismo predomina sincronizadamente se repitieron las mismas hipótesis apuntando a Irán, Siria, Hezbollah, o sea, el Eje de la Resistencia en Medio Oriente, los enemigos directos de Israel. La Nación informa el 8 de agosto de 1994: "las pistas iraní y siria no sólo no son excluyentes, sino que pueden complementarse, aseguró con firmeza un informe de los especialistas Yossef Bodansky y Vaughm S. Forrest, asesores de los diputados de la Fuerza de Tareas sobre Terrorismo y Guerra no Convencional de la Cámara de Diputados de Estados Unidos. Ese informe se encuentra en el cuerpo 14 del expediente, y de decenas de párrafos coloca en un plano de igualdad a Siria e Irán". En menos de un mes el caso parecía resuelto. El guión ya escrito por el Sionismo, publicitado apenas tres horas después del atentado, se veía legitimado por las "pruebas" que los mismos que lo habían escrito habían fraguado e inventado a partir del control total de la instrucción de la investigación judicial... Pero lejos de ser un caso cerrado, han pasado 20 años desde el atentado y la causa AMIA es la que acumula la mayor cantidad de fojas de toda la historia jurídica argentina: más de un millón de fojas, más de dos millones de páginas, distribuidas en más de 5.000 tomos. La verdad no ha sido ni descubierta ni demostrada por el Poder Judicial Argentino, servil del Sionismo pero traidor a las leyes que teóricamente debería aplicar y al pueblo argentino al que deben obediencia y servicio. Evidentemente las "pruebas" no eran tales...

Otra masacre sionista: atentado a la AMIA

Encubrimiento de jueces, fiscales y funcionarios
Juan Gabriel Labaké, de ascendencia libanesa, es un abogado peronista, diputado nacional entre 1973 y 1976, embajador entre 1989 y 1992, asesor presidencial entre 1990 y 1992, abogado defensor de Isabel Perón entre 1984 y 1988, abogado defensor de Zulema Yoma en la causa por el asesinato de su hijo Carlos, y abogado defensor de Kanoore Edul, padre e hijo, en el caso AMIA. Escribió el muy recomendable libro "AMIA, Embajada ¿Verdad o Fraude?", en el que básicamente me respaldo para escribir este artículo. En él expresa: "a pesar de una pesquisa tan prolongada y de tamaño papelerío, un numeroso ejército de camaristas, jueces, fiscales, abogados, auxiliares y empleados administrativos no logró encontrar una sola prueba, por pequeña y débil que fuere, que inculpara a los árabes, o a los iraníes o a cualquier otro musulmán... y menos aún a Edul. Al contrario, todo indica que los autores pertenecen a otra pista, a la cual nadie quiere o se atreve a investigar, porque podría descubrirse que el zorro estuvo cuidando el gallinero". "No hay impericia; hay encubrimiento. Trataré de probarlo" afirma Labaké en su libro.
El primer juez argentino que se hizo cargo de la "investigación" del atentado a la AMIA fue el Dr. Juan José Galeano. Por supuesto, siguió el guión sionista pero no pudo demostrar la culpabilidad de nadie de los que ese guión pretendía. Tuvo ilimitados recursos para hacerlo. Realizó innumerables investigaciones, dirigidas contra Edul, Chabán, Rabbani, y otros miembros de la comunidad musulmana argentina y de integrantes del cuerpo diplomático de Irán, y no pudo fraguar nada que pudiera sustentar las acusaciones, razón por la cual dictó la falta de mérito para Edul, algo que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal (Dres. Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun) reafirmó, manteniendo la falta de mérito para Edul pero denegando el sobreseimiento y exigiendo más investigaciones (lo que alarga el proceso). En 2004 el Consejo de la Magistratura destituyó al juez Juan José Galeano por haber sobornado a Carlos Telleldín con 400 mil dólares para que éste incrimine falsamente a cuatro policías bonaerenses. En todo lo realizadoeste juez quiso cupabilizar a inocentes, pero no pudo lograrlo.
El segundo juez que se hizo cargo de la "investigación" para reemplazar al destituido Juan José Galeano es quien aún hoy tiene a su cargo el expediente: el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Este juez, obedeciendo el deseo de las organizaciones judías argentinas y del Poder Ejecutivo Nacional, designó como "instructor delegado" para "ejercer la dirección de la investigación" al agente sionista, orgánico de la Embajada de los Estados Unidos, Dr. Alberto Nisman. Al mismo tiempo, a fines de 2004 se creó la Unidad de Investigaciones de la causa AMIA, a cargo también del fiscal Nisman, al que le han provisto de un piso completo y plenamente equipado en un edificio frente a la Plaza de Mayo, con un plantel de 32 abogados y 13 empleados administrativos (datos del año 2010), que trabaja 8 horas por día y cobra sueldos especiales.
Nisman y Canicoba Corral por supuesto continuaron con su "tarea" en los mismos términos que Galeano: buscando culpables entre los musulmanes, sin ninguna otra hipótesis de investigación. Así se sucedieron infinitas diligencias e interrogatorios a cientos de personas, por supuesto sin resultados pero con cada una de estas acciones se les dio tela a los sionistas para las correspondientes operaciones de prensa, político-ideológicas, (a través de su más que importante aparato de medios de comunicación, desde medios progres hasta tradicionales tribunas de doctrina) que continuaron "cosechando", año tras año, la "siembra" realizada con las masacres de bandera falsa. Tanto Nisman como Canicoba Corral fueron requiriendo y habilitando sucesivas prórrogas para continuar con la instrucción, y ante las apelaciones de Labaké la Cámara de Apelaciones respaldaba al juez y al fiscal, prorrogando eternamente el proceso (tan es así que las resoluciones de las prórrogas son copias exactas unas de otras). Al respecto da testimonio Labaké en su libro, cuando en 2012 responde al juez Canicoba Corral ante un nuevo pedido de prórroga de Nisman, aceptado por el juez: "tengo cuarenta años de profesión en el fuero nacional. Nunca he visto una instrucción tan larga, ni tantas prórrogas (muchas de ellas por 180 días) y, sobre todo, nunca he visto tanta desaprensión para fundamentarlas con argumentos baladíes y repetidos hasta el cansancio. (...) Tampoco he visto tanto clemencia de una Cámara de Apelaciones para otorgar esas prórrogas en tan irregulares condiciones". En otro párrafo de su libro Labaké reflexiona: "creo que nunca acabará este juego tramposo, salvo que alguna circunstancia los obligue a ponerle fin, porque lo que necesitan los instigadores de esta causa es que permanezca abierta siempre (para usarla como propaganda política contra el 'eje del mal') y que nunca se descubra nadie porque... ellos saben porqué".
Como prueba de prevaricación están las propias sinceras y escandalosas declaraciones de Juan José Galeano ante el Consejo de la Magistratura: "El señor Kanoore Edul (Alberto Jacinto) llamó por teléfono a Telleldín el día 10 de julio de 1994, es decir, el día de la entrega de la camioneta. (...) Pero les aclaro, señores, que hubo muchas personas que llamaron el 10 de julio. (...) Kanoore Edul parece ser que tiene portación de apellido y, por tratarse de tener portación de apellido, lo ponemos en una situación más complicada que la (que) puede tener el señor Schonbrod (de religión judía) que llamó dos veces. (...) A Edul lo dimos vuelta por portación de apellido... A Hadad no, porque es cristiano y su empresa lleva un nombre cristiano: Santa Rita".
Por este tipo de discriminaciones manifiestas el abogado Juan Labaké realizó denuncias ante el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) pero parece que esta institución de nombre grandilocuente sólo se ocupa de perseguir a los "antisemitas" que se oponen al sionismo, porque Labaké sólo obtuvo silencio como respuesta por parte del INADI (¡justo voy, hoy 18 de enero de 2015, a la página web del INADI y "casualmente" figura en primer lugar este artículo: Discriminación a turistas israelíes!).
Volviendo a los procesamientos de los Edul, padre e hijo, su abogado defensor, Gabriel Labaké, presentó en marzo de 2011 una denuncia criminal contra los Dres. Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah, jueces de la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal; contra los ex integrantes de esa misma Sala I, los Dres. Horacio Cattani y Martín Irurzún; contra el Dr. Rodolfo Canicoba Corral, actual juez de instrucción; contra el Dr. Aberto Nisman, fiscal general a cargo de de la Fiscalía Especial AMIA, y el Dr. Marcelo Martínez Burgos, ex fiscal general adjunto de la Fiscalía Especial AMIA; contra el Dr. Juan José Galeano, ex juez de instrucción de la causa AMIA; contra el Sr. Juan Carlos Anchézar, ex subsecretario de inteligencia del Estado; contra el Dr. Hugo Anzorregui, es secretario de inteligencia del Estado; y contra el Ing. Antonio Stiusso, jefe de contrainteligencia de la SIDE; por la eventual comisión de los delitos de fraude procesal (hoy ya no se denomina exactamente así pero el delito está tipificado en el Código Penal), falsificación de documento público, falso testimonio, falsa denuncia, abuso de autoridad, encubrimiento, y otros delitos que pudieran haberse cometido en la instrucción de la causa AMIA, en función de todas las irregularidades y fraudes manifiestos cometidos en contra de los Edul para incriminarlos, además de solicitar la investigación de cualquier otro personal del Estado involucrado en la instrucción. Por supuesto que el "Honorable" Poder Judicial Argentino, esta vez a través del juez Claudio Bonadío y del juez Ariel Lijo, jugó una vez más al Gran Bonete, y la denuncia de perdió en el agujero negro de la impunidad garantizada por estos "jueces".
El 23 de diciembre del año pasado Juan Gabriel Labaké presentó una denuncia ante la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, contra el fiscal Alberto Nisman por la presunta comisión de los delitos de: traición, consistente en “ejecutar hechos dirigidos a someter total o parcialmente la Nación al dominio extranjero o a menoscabar su independencia o integridad” (art. 215 inc. 1 del Código Penal-CP); alterar las relaciones amistosas del gobierno argentino con un gobierno extranjero  (art. 219 del CP) (los gobiernos de Irán, Siria y El Líbano); denegación y retardo de justicia (art. 273 del CP), al negarse a sobreseer a Alberto Kanoore Edul; abuso de autoridad, violación de deberes de funcionario público y prevaricato (art. 248, 249 y 269 del CP); discriminación y persecución por motivos religiosos (art. 3 “in fine” de la ley 23.5929), por la animadversión demostrada y la discriminación contra los musulmanes; falsa denuncia (art.245 del CP) contra el sheij Roberto Medina, quien fue absuelto por el TOF-5 (para más detalles leer nota linkeada al principio del párrafo).
Uno de los puntos de la denuncia refiere a la denegación de Justicia. En reciente reportaje que le realizaron en la publicación "Democracia" Labaké se explaya: "Sobre el presunto coche bomba le presenté 14 ejemplos de atentados, con fotos y documentación puntual, en que fueron hallados restos del chasis, puntas de ejes y demás partes de la estructura de los vehículos estallados. ¿Dónde están los restos de la presunta Traffic? Según el comandante retirado de Gendarmería Osvaldo Laborda, perito de la DAIA, los restos del rodado podrían estar tres metros debajo de la vereda. Nisman se opuso a la excavación porque según él podría socavar los cimientos de la nueva sede de la mutual. Es un pretexto. Tanto Gendarmería como otras fuerzas de seguridad argentinas tienen el Geo-radar, un instrumento con el que se puede hacer una pasada en 5 minutos sin que entrañe ningún riesgo. ¿Por qué se niega el fiscal a autorizar esta sencilla pericia? Porque no hay rastros de ningún vehículo. Esto lo denuncié ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hace 8 años, pero nunca tuve respuesta". En su libro Labaké se explaya respecto al pretendido coche bomba y después de desplegar su minuciosa análisis de las "investigaciones" realizadas por fiscales y jueces concluye: "lo dicho en este capítulo (se refiere al capítulo '¿dónde está la Trafic?') es más que suficiente para comprobar que el coche bomba Trafic nunca existió y que, tanto el fiscal como el juez y los camaristas de apelación están mintiendo sobre el particular. En segundo lugar se deduce que están ocultando que la explosión fue adentro del edificio de la AMIA". Labaké afirma que esto "abre la seria y leǵitima sospecha de que así fue. Nadie se juega tan a fondo y comete tantas y tan groseras arbitrariedades e irregularidades si no es para ocultar un hecho muy grave y si no tiene una razón muy poderosa para hacerlo y mucho poder para silenciar la maniobra ante todos: gobiernos, medios nacionales y extranjeros, etc".
Otro de los investigadores más calificados sobre el atentado a la AMIA y sobre el encubrimiento sionista del mismo es José Petrosino. En un artículo publicado en 2006 en la Red Voltaire (Investigando la bomba en la Asociación Mutual Israelita), Petrosino afirma: "En diciembre del 1994 los periodistas Jorge Lanata, Joe Goldman y un nutrido y selecto grupo de colaboradores publicaron el libro 'Cortinas de humo', fruto de sus investigaciones 'de campo' comenzadas a poco de la voladura (entrevistaron a numerosos testigos y realizaron minuciosos análisis y estudios) donde probaban que la explosión (o explosiones) había(n) ocurrido en el interior del edificio y que lo del coche-bomba/conductor suicida era, justamente, una cortina de humo. Posteriormente el mismo Lanata manifestó que la publicación del libro le había traido 'muchos problemas'(?) por lo cual se arrepentía de haberlo hecho.
Aunque posteriormente en su declaración como testigo en la sala confirmó puntualmente los hallazgos del libro. La sola duda de la existencia del coche-bomba, es ya prueba concluyente de su inexistencia. La amplia experiencia mundial (miles de casos) demuestra que nunca la ha habido en ese aspecto. Cuando se ha utilizado esta modalidad terrorista invariablemente ha quedado en el lugar, perfectamente identificable como tal, más del 30 % del vehículo y la mayor parte del resto se recoge en la inmediaciones, y nunca se ha dado que el motor del vehículo se rompa en pequeños trozos. La Argentina se convertiría así, entre otras 'rarezas', en el único país en el mundo en que los coches-bomba ('pasó lo mismo' en la Embajada de Israel) se desmenuzan al explotar, 'evaporándose' en su mayor parte".
Y justamente, respecto de la Embajada de Israel, Juan Gabriel Labaké nos cuenta en su libro las peripecias de la investigación que llevó a cabo la Corte Suprema de Justicia (debido a que está afectado directamente un Estado extranjero la instrucción de la causa la llevó a cabo la Corte Suprema), con la transcripción de testimonios calificados y documentos de la causa. Nos explica Labaké en su libro: "el Dr. Alfredo Bisordi en 1992 estaba a cargo de la Secretaría Penal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En tal carácter le correspondió llevar adelante en la práctica la investigación del atentado a la Embajada de Israel bajo la directa supervisión del Dr. Ricardo Levene (h)" (que era el presidente de la Corte en aquellos años). Labaké transcribe buena parte de las declaraciones de Bisordi ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados el 5 de marzo de 2002. De acuerdo con la versión taquigráfica del testimonio de Bisordi, tomo algunas de las citas textuales que están en el libro de Labaké: "en el atentado a la Embajada de Israel intervino la Comisaría nº 15, a cargo del comisario Meni Battaglia. El comisario me dijo que le llamó la atención la presencia de un boina verde de la Embajada de los EE.UU., quien (...) estimaba que la explosión había sido adentro. Más tarde el comisario Battaglia desmintió estos dichos, pero yo puedo carearme con él porque eso me lo dijo en la cara. (...) A las 9 ó 9 y media de la noche (del mismo día del atentado) se hizo presente en la Comisaría el jefe de Seguridad de la Embajada, quien dijo llamarse Ronie Gornie. Esta persona, que demostraba tener muy fluido contacto con las autoridades de la Comisaría 15, trajo la teoría de que el atentado no debía ser investigado por el lado del ingreso de los materiales (de construcción, ya que estaban haciendo una obra en el edificio diplomático), sino por la hipótesis de la existencia del coche bomba. (...) Debo manifestar que el secuestro del motor de la camioneta F-100 (...) se produjo en circunstancias que pudieron haber sido mucho más claras. En ese momento, yo me encontraba presente en la Comisaría y podía haber sido informado del secuestro de ese motor, cosa que no ocurrió. No existe acta del secuestro, solamente una fotografía donde aparece el motor cortado a la altura del sexto cilindro, con la numeración completa (nota de Labaké: ¡igual que en la AMIA!). Luego hay un acta firmada solamente por los bomberos, según la cual se procedió de esa manera porque no había testigos (nota de Labaké: ¡igual que en la AMIA!). Lamentablemente pudieron haberme comunicado a mi para secuestrar el motor, pero no lo hicieron". (...)
"Un día llegue de improviso a la Comisaría y me dicen: -el comisario está tomando declaración a un testigo clave.
-Que lástima que no me han avisado... Bueno, lleveme donde está declarando. El testigo estaba declarando que era taxista y había llevado a unos pakistaníes desde la Av. Córdoba hasta un departamento de Boedo. Le pregunto:
-¿Cómo se llama usted?
-Me llamo Israel Man.
-No me joda.
-¿Por qué Doctor?
-¿Así que usted se llama el 'Hombre de Israel' y es taxista? ¿Vos en qué guerra participaste?
Se puso muy nervioso y me dijo:
-En realidad yo fui coronel en la Guerra de los Seis Días.
Entonces le digo al comisario:
-Mire comisario, yo esta clase de porquería no quiero.
De manera que ese señor ni era taxista ni había visto nada.
Esta es una anécdota que muestra por qué en este asunto me he tenido que comer muchos injustos 'garrones'; se dijo que no se hizo nada, se me acusó de nazi, etc. (...) Por cierto que el vehículo (el coche bomba F-100) no fue visto por nadie".
Ante las dudas existentes respecto de las pericias (fraudulentas) de la Policía Federal y de la Gendarmería respecto de como había sido la explosión, la Corte Suprema en 1996 encargó un nuevo peritaje a la Academia Nacional de Ingeniería. Labaké destaca al respecto: "cuando, en agosto de 1996, la Corte dio a conocer el resultado de estas pericias, el embajador israelí señor Avirán las rechazó de plano y, junto con la DAIA, la prensa en general y sectores políticos como la Comisión Bicameral de Seguimiento del Atentado a la AMIA, iniciaron una campaña de desprestigio contra algunos integrantes de la Corte Suprema y los ingenieros peritos, tildándolos de 'antisemitas'".
Ante esta situación controversial, con la comunidad judía residente en Argentina -conducida por la Embajada de Israel y por la DAIA y la AMIA- realizando una fuerte presión contra la Corte Suprema, ésta convocó a una audiencia a todos los peritos. La misma, que tuvo carácter reservado, fue realizada el 15 de mayo de 1997. Sin embargo, un medio periodístico tuvo acceso a los 77 folios de las actas de dicha reunión, donde los ingenieros de la Academia Nacional de Ingeniería que realizaron el estudio del atentado a la Embajada concluyen de manera indudable, con sólido respaldo científico, que la explosión se produjo adentro. La presión sobre la Corte Suprema para que llegara a conclusiones diferentes a las que surgían objetivamente fue creciendo en intensidad con el uso del clásico terrorismo político de acusar de "antisemita" a toda persona u organización que se oponga al Estado Terrorista de Israel y ya con amenazas cada vez más pesadas sobre los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Labaké cita entre otros este párrafo de una nota de Juan Salinas en la revista Poder del 11 de septiembre de 2004: "la presión para que la Corte se aviniera a respaldar el consenso alcanzado por la CIA y el Mosad de que el atentado había sido instigado por Irán y cometido por un kamikaze libanés... fue incesante. Beraja (titular de la DAIA en ese momento) y Avirán pretendía pasarle la investigación al juez Galeano". Labaké relata que "en mayo de 1999, cuando las violentas protestas de los disconformes con la pericia de la Academia se habían 'enfriado', y la pericia misma había entrado en la nebulosa de la memoria colectiva, la Corte (aún con la composición de la época del Dr. Menem) aprobó y difundió una acordada sobre  este caso. En ella aseguró (con la disidencia de los Dres. Belluscio y Petracchi) 'que se había utilizado un coche-bomba' y que los perpetradors eran una presunta 'Jihad Islámica' a la que le asignó ser 'el brazo armado de Hezbollah'". En diciembre de ese mismo año 1999 (ya con De la Rúa en la Presidencia del país), la C.S. le dio una puntada final a este encubrimiento publicando un fallo que reafirmó aquello acordada sin fundamentos.
En el caso del atentado a la AMIA, la fabricación de pruebas tiene uno de sus capítulos en la falsa identificación del "conductor suicida" de la Trafic. Esto dice al respecto Raúl Kollman en Página/12 del 18 de julio de 2014: "Nisman sostiene que el atentado fue cometido por un suicida llamado Ibrahim Berro. No hay evidencias de su llegada a la Argentina ni el nombre con el que ingresó ni el lugar por el que entró al país. Tras un viaje a Estados Unidos, el fiscal afirmó que dos de sus hermanos, que viven en Chicago, confirmaron la versión, pero si se lee la declaración de ambos, más bien dicen lo contrario: que Ibrahim murió en el Líbano combatiendo contra fuerzas israelíes. La otra prueba de la participación de Berro es que desde Buenos Aires hubo llamadas a su familia en el Líbano y a una oficina de Hezbollah, pero semejante información proviene de informes de inteligencia". O sea: todo un gran montaje.
Respecto de la comparación de los dos atentados Labaké en su libro expresa: "en el capítulo ocho he ofrecido ya un resumen de la información que dieron los medios de comunicación en los primeros días en el caso AMIA, y su comparación con la dada en el caso Embajada. La similitud es notable y muy sugestiva. En ambas oportunidades, las primeras noticias fueron claras y categóricas: se trató de una explosión interna, o implosión, y no hubo coche bomba. Luego, debido a fuertes presiones de la Embajada israelí, de la DAIA y de la AMIA, se cambió 'misteriosamente' el relato oficial para hacer aparecer de la nada un coche bomba: una F-100 en la Embajada, y una Trafic en la AMIA".
A raíz de las declaraciones del Dr. Claudio Lifschitz, quien fuera Secretario del Juez Juan José Galeano y diera cuenta de las graves irregularidades cometidas por el Juez y varios de sus funcionarios, un nuevo juicio sobre encubrimiento comenzará posiblemente en el segundo semestre de este año. Tal como lo relata la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su carta dada a conocer ayer están acusados en ese juicio "Juan José Galeano (ex juez): por los delitos de peculado - malversación de caudales públicos, coacción, falsedad ideológica de documento público, privación abusiva de la libertad, encubrimiento, violación de medios de prueba y prevaricato; Hugo Alfredo Anzorreguy (ex Secretario de Inteligencia): por los delitos de peculado, encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica de documento público; Eamon Gabriel Müllen y José Carlos Barbaccia (ex-fiscales): por los delitos de privación abusiva de la libertad agravada, peculado y coacción; Carlos Alberto Telleldín (reducidor de autos), Víctor Stinfale (abogado), Ana María Boragni (pareja de Telleldín), Rubén Ezra Beraja (ex Presidente de la DAIA), Patricio Finnen (ex agente de la SIDE): Por el delito de peculado; Carlos Saúl Menem: por los delitos de encubrimiento, falsedad ideológica, violación de medios de prueba y abuso de autoridad; José Alberto ¨el fino¨ Palacios (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y violación de medios de prueba; Juan Carlos Anchézar (ex Subsecretario de Inteligencia): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica; Carlos Antonio Castañeda (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad, violación de medios de prueba y falsedad ideológica. Resta indagar a un grupo de Secretarios de Galeano y al Dr. Carlos Corach quien fuera sobreseído por el Juez Lijo, pero revocada dicha sentencia por la Cámara de alzada".
Como se ve, la lista de jueces, fiscales y funcionarios del Estado se puede hacer infinita. Salvo honrosas excepciones tienen las manos manchadas con el encubrimiento de estas masacres, lo que es lo mismo que decir las manos manchadas de sangre.

Niño masacrado por los sionistas

El Estado Terrorista de Israel
De todo este racconto, que de ninguna manera es exhaustivo pero entiendo que sí harto elocuente, surge claramente que ni Irán, ni Siria, ni Hezbollah son autores del atentado a la AMIA. Si investigadores sionistas como Nisman, con plenos poderes y el apoyo de todo el Poder Judicial Argentino y, en su momento, también del Poder Ejecutivo Nacional, no pudieron demostrar el guión elaborado por el mismo Sionismo, es porque no se puede demostrar, porque tales "sospechosos" no son los que hicieron esa masacre y porque tanto el atentado a la AMIA como el atentado a la Embajada de Israel no ocurrieron como los cuenta la versión de los jueces y fiscales que hasta hoy han actuado. No existen los coches-bomba. No existe los conductores suicidas. No existe nada que pueda demostrar la participación de Irán, ni de Siria, ni de Hezbollah. Por lo tanto, todos los sospechosos que prácticamente, a fuerza de repetición, son señalados como culpables, no lo son. Hablar de Irán, de Siria y de Hezbollah en estos casos es calumniar y, al mismo tiempo, indirectamente es encubrir a los verdaderos culpables. Sin embargo, hoy en la discusión pública se sigue hablando de Irán, de Siria y demás, en lo que no es otra cosa que un ejercicio de difamación. Aquí la hipótesis más realista es la que apunta a elementos del Estado Terrorista de Israel, pero son muy pocos los que lo dicen con todas las letras, y muchos los que, aún oponiéndose a los sionistas, se hacen los tontos, en una actitud por cierto bastante miserable, y siguen hablando de Irán o Siria, de los cuales uno de los ejemplos más claros es el ex-canciller Taiana que, sea por imprudencia o por convicción, actúan como peones del veneno hablando contra Irán y, por lo tanto, llevando agua al molino de los demonios sionistas.
Seguramente mucho no le dirán los nombres Sivan y Paul Kurzberg, Yaron Shmuel, Oded Ellner y Omer Marmari. ¿Sabe por ejemplo, que las únicas personas que fueron detenidas el mismo día en relación con los ataques terroristas del 11 de septiembre 2001 son todos israelíes? Justamente son esas cinco personas que le acabo de nombrar. En este artículo de la Red Voltaire encontrará toda la información de ellos: 11 de septiembre: ¿Una operación que se organizó desde adentro o una operación del Mosad?
Dos argentinos que vienen denunciando e investigando son Oscar Abudara Bini y el ya nombrado José Petrosino. En otro artículo publicado hace ocho años en la Red Voltaire (Investigación del atentado de Buenos Aires en 1994: ¿Musulmanes o pista israelí?) estos dos investigadores demostradamente imparciales expresan: "Investigaciones internacionales denuncian Terrorismo de Estado Postmoderno, coordinado por Israel, Inglaterra y USA. Tal violencia, desde la implosión de la URSS fabrica una Guerra Santa. Parece increible, que el '11-S', EEUU haya masacrado a 3 mil 'ciudadanos' negros y latinos en el atentado a las Torres Gemelas. Pero hay antecedentes en la historia de EEUU de estas justificaciones para entrar en guerra: explosión del Maine en La Habana para atacar Cuba, pasando por Pearl Harbour en la Segunda Guerra Mundial y el incidente de Tonkin para invadir a Vietnam. Horrendo, pero avanzan investigaciones francesas, alemanas, americanas y causas judiciales en EEUU. No nos crea a priori como hizo con Menem y Galeano, busque en Google referencias de Philips Berg, Stanley Hilton, Reopen 9-11, Red Voltaire, Thierry Meyssan, Axis for Peace, Alex Jones, James Petras, William Rodríguez, Andreas von Bülow y otros. El estudio comparativo, de estos atentados atribuidos a musulmanes, ayuda a entender qué pudo y puede estar pasando en Argentina. Nuestra investigación sobre la pista israelí de ambos atentados está presentada ante los tribunales competentes. Pero: ¿Cómo se explica la posibilidad de que Israel haya masacrado a su propia gente? Por motivos similares a los que tuvo EEUU contra los suyos y aunque repugne, comprendamos que para 'Ellos' son las formas actuales de guerrear. Si no les importaron tres mil americanos, porqué habrían de compadecerse por cien argentinos".
La política del Estado Racista de Israel es un rosario de acciones genocidas (los bombardeos a la población palestina y su apoyo al Estado Islámico y demás organizaciones terroristas de ese tipo son algunos ejemplos), operaciones de bandera falsa y crímenes de todo tipo. El Estado Racista de Israel es un Estado bandido, el más condenado por las Naciones Unidas, el más individualista, el más aislado, el más repudiado por el mundo entero, el más indigno. Es la más clara expresión de la doble moral imperialista. Siempre fue un Estado hostil con nuestra Patria (¿alguna vez apoyó nuestro reclamo por Malvinas? ¿alguna vez votó a favor de Argentina en las Naciones Unidas?) y el Sionismo, en tanto construcción ideológica sobre la que se basa la alianza entre los Estados Unidos y el Reino Unido es, desde las Invasiones Inglesas para acá, el principal enemigo de la Argentina. Hoy mismo los principales operadores de acciones destituyentes contra el gobierno constitucional son sionistas, de la misma forma que lo son los que hicieron los golpes contra Chávez y contra otros gobiernos progresistas en América Latina. El Estado Genocida, Racista y Terrorista de Israel es la creación más característica del Sionismo. Si se demostrara la implicación de Israel en los atentados terroristas realizados en Argentina nuestro país debería romper relaciones diplomáticas con ese país, porque constituirían un hecho de guerra, ya que miembros del aparato de ese Estado, con el encubrimiento de ese Estado, masacraron ciudadanos argentinos.
El Estado Racista de Israel y los Estados Unidos no sólo son la hipótesis más realista, sino también la más creíble.

Nisman reporta

Nisman volvió al ataque
En estos últimos días el agente sionista, fiscal Alberto Nisman, que en momentos en que estoy escribiendo esta nota, el 19 de enero de 2014 apareció muerto en su departamento, había vuelto al ataque contra la Presidenta, con el Canciller Héctor Timerman y contra el dirigente de MILES, Luis D'Elía, el diputado nacional de La Cámpora Andrés Larroque y el secretario general de Quebracho, Fernando Esteche. Además de la Presidenta y su Canciller, no es casual a quienes eligió como los otros blancos de sus maniobras: todos reconocidos dirigentes políticos que se oponen al Sionismo. Como siempre, sus acusaciones son fraudulentas y mentirosas, y lo único que persiguen es continuar haciendo terrorismo político e ideológico, tal el estilo del Estado Terrorista de Israel. La comparencia que iba a tener lugar este mismo 19 de enero en el Congreso Nisman pretendía que fuera en secreto. Me pregunto: ¿por qué en secreto? Si alguien tiene la razón y tiene la Verdad no va a andar escondiéndose. Finalmente, por impulso del kirchnerismo y de otras fuerzas políticas, el fiscal Nisman iba a tener que actuar públicamente, sin esconderse. Pero los demonios huyen de la luz. El mismo era conciente de cuál había sido siempre su vil juego, al servicio de los más oscuros poderes del mundo. Ya estaba perdido. Derrotado. Ronald Kenneth Noble, el de Interpol, había dicho claramente que Nisman era un mentiroso. Canicoba Corral no endosó las escuchas que Nisman había ordenado, sino que las desautorizó y además se quejó de que Nisman no le hubiera informado de semejante acusación. Las pretendidas "pruebas" de Nisman son tan "sólidas" como todo lo que los jueces han hecho hasta ahora en relación con estas masacres. Que se haya sacado la vida o lo haya asesinado el Mosad demuestra esto. Lo peor de aquí en adelante es que así como el Sionismo lucró políticamente todos estos años con las personas -en su mayoría de ascendencia judía- que asesinaron en sus atentados de bandera falsa, así lo harán con esta muerte, pretendiendo que el responsable directo o indirecto es el gobierno de la Argentina. Aquí en nuestro país lo más probable es que se demuestre que fue efectivamente un suicidio, pero en el exterior, sea cual sea la conclusión definitiva sobre las causas de la muerte de Nisman, el pool de medios de comunicación sionistas mentirá al mejor estilo nazi y dirá que fue asesinado por los servicios secretos (ahora bajo la conducción de Parrilli) del gobierno nacional, para criminalizar a la Argentina por su actitud de creciente autodeterminación. El mismo juego en todo el mundo: en Ucrania los sionistas masacran trabajadores en Odessa (La masacre de Odesa fue organizada en la cúpula del régimen ucraniano) y en Donetsk (Al menos 10 muertos por el impacto de un proyectil en un autobús cerca de Donetsk) y derriban un avión de pasajeros (Los familiares de las víctimas del vuelo MH17 piden una investigación a la ONU, Países Bajos se niega a pedir que la ONU dirija la investigación del Boeing MH17, Vuelo MH17: El gobierno holandés se niega a revelar "pacto secreto" sobre la tragedia y búsqueda web sobre derribo del vuelo MH17), y de esas masacres realizadas por ellos acusan a Rusia; aquí en Argentina de la muerte del fiscal Nisman querrán acusar a Cristina Fernández de Kirchner. Siempre la misma política demoníaca para sustentar sus campañas de opresión y genocidio, en Medio Oriente o en Ucrania, en África o Argentina. El cáncer sionista quiere llevar al mundo a una Guerra Mundial de catastróficas consecuencias. Los pueblos patriotas y antiimperialistas del mundo unidos venceremos. La Argentina nunca estuvo al margen de estas conspiraciones criminales. Los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA son la más clara expresión de ello. El Sionismo es el culpable. El Sionismo es la hipótesis más real y creíble.

LA DIGNIDAD DE NUESTRA CULPAS

Carta escrita en noviembre de 2014 por Fernando Esteche, dirigente de Quebracho, desde la cárcel de Ezeiza, con motivo del próximo juicio abreviado que dispondría su libertad condicional, concretada el 15 de diciembre de 2014.


Solamente cuando uno puede distinguir que la Ética en la que se referencia y construye la noción de Justicia que se produce desde el Poder Judicial (que además suele pretenderse “la justica”), es contraria a la Ética Nacional que enmarca la producción histórica de los argentinos; sólo entonces, el lugar del condenado, del culpable, lejos de redundar en un oprobio y un escarnio, es señal de dignidad.
Frente al asesinato de Carlos Fuentealba el Poder Judicial delimitó dos tipos de delito.
Uno, el asesinato, cuyo responsable, el gobernador Sobisch, nunca estuvo un solo día preso.
El otro, la reacción de repudio a dicho asesinato y al asesino, por el cual mi compañero Lescano y yo permanecemos detenidos y fuimos condenados a casi cuatro años de prisión.
Respecto a la Deuda Externa, el Poder Judicial distinguió también dos tipos de delito.
Uno, la estafa que banqueros y funcionarios realizaron contra el pueblo argentino.
Ningún responsable fue condenado.
El otro, el repudio de parte de sectores organizados políticamente ante dichas maniobras y dichos funcionarios, sucesos que llevan a otra condena a quien esto escribe, a varios años de prisión.
En la toma de tierras ociosas en el llamado Parque Indoamericano, el Poder Judicial también distingue dos tipos de delito.
Uno será la represión ilegal y feroz por parte de las fuerzas policiales contra la gente que allí intentaba construirse un destino, y por el cual no hay ningún procesado.
El otro delito será haber participado de la toma, haberse organizado, y por lo cual dos compañeros enfrentan por estos días un escandaloso juicio.
Podría seguir enumerando situaciones similares donde siempre paga el más débil, a pesar de las orientaciones que el vice ministro de Justicia Álvarez hace a los jueces para que se animen a dictar sentencias observando siempre al más vulnerable.
Es difícil no tomar esto como una burla, si uno advierte además que, con cierta ingenuidad, Álvarez les propone a esos mismos jueces que “hagan política con sus sentencias”, pero no han estado haciendo alguna otra cosa que no fuera Política.
Hoy en Argentina hay dos dirigente políticos presos en el marco de la disociación ética en que nos encontramos.
Hace días nomás fue absuelto, a pesar de una requisitoria fiscal condenatoria, el Sr. Domingo Cavallo.
Semanas atrás se nos criticaba por unos huevazos y nos proponían, ilusos, que debíamos dejar que actuara La Justicia (que es el modo en que muchos inadvertidamente llaman al poder judicial, como si fuera lo mismo).
Y claro, eso que ellos llaman Justicia actuó, y lo absolvieron…
Nosotros este viernes 17 de octubre veremos agravada nuestra condena en el marco de un acuerdo (juicio abreviado)  por el cual asumimos nuestras culpas judiciales de haber protestado contra el FMI en el año 2004 y la deuda externa.
Asumimos la culpa de haber intimidado (nada nos dejaría más satisfechos que haber podido intimidar a la misión del FMI) y se nos unifican todas las condenas para tener que cumplir 4 años y 2 meses de prisión.
Con este acuerdo se consagra lo que de todas maneras iba a suceder de haberse llevado a cabo el juicio oral.
Allí nos esperaba una condena segura y quizás más grave.
Es cierto que en el marco de la legalidad los actos que se evalúan en este juicio abreviado pueden ser tomados como delito.
En el marco de esta legalidad los como nosotros, que no somos nada parecido a los Cavallo, los Muldorf, los Duhalde o los De la Rúa, debemos pagar con condenas nuestra insolencia.
Pero esta situación no le quita legitimidad a nuestros reclamos y tampoco le resta pertinencia a nuestras protestas.
Si la moral, el bien y el mal, lo definen quienes producen tanta impunidad, entonces es un honor estar de este lado, rejas adentro, ser de los despreciados y vituperados por los cínicos oportunistas que reproducen el discurso del poder.
Cada una de estas condenas, las que pesan sobre nosotros y las que pueden caer sobre otros compañeros, no son otra cosa que la evidencia de la dignidad de todos nosotros como pueblo que, a pesar que se enseñoree la impunidad del más fuerte, del poderoso, seguimos resistiendo, seguimos construyendo y defendiendo nuestros derechos.
Son momentos oscuros en un sentido, pero luminosos en muchos otros.
Eso es lo que nos hace enfrentar esta situación con optimismo y expectativas, porque de una u otra forma nuestro pueblo, que comprende cabalmente que la Verdad Judicial está reñida con la Verdad Histórica, siempre encuentra la forma de poner las cosas en su lugar, de poner a los patriotas en las calles y a los bandidos en las cárceles.
Posdata: Al finalizar esta carta nos enteramos de la absolución de María Julia Alsogaray, ícono de la entrega y el saqueo de nuestra Patria, por una causa por corrupción en el manejo de los terrenos de Entel. Ellos esperan que actúe "la justicia", porque es la forma de consagrar su impunidad.